Para coger fuerzas de cara a su actuación, la pareja ha lanzado una serie de peticiones al Concello de Vigo, entre las que se encuentra la inclusión de “productos de la tierra” en la cena. Ésta suele ser una solicitud habitual del grupo, que se confiesa “apasionado” por probar los bocados típicos de cada ciudad que visita y ruega además que la presentación de toda la comida sea “lo más cuidada posible”.
Eso no es todo, ya que junto a estos dos rostros conocidos trabaja un largo elenco de bailarines y colaboradores. Para poder abastecer a todos ellos Fangoria ha exigido disponer de un catering líquido –que deberá estar disponible una hora antes de la prueba de sonido- compuesto por 40 botellas de agua mineral sin gas Solán de Cabras de medio litro, 50 refrescos, cuatro Red Bull Light o seis Aquarius de limón.
En el apartado de bebidas alcohólicas destacan dos botellas de cava Juvé&Camps Reserva Gran Familia, que acompañarán a 60 cervezas frías en lata, una botella de whisky Ballantines, una botella de ginebra Hendrick’s y dos botellas de sidra El Gaitero.
Dentro del catering sólido, que debe estar listo una hora y media del inicio de la actuación, Fangoria quiere complementar la gastronomía local con tres kilos de fruta variada y preparada, es decir, “pelada, cortada y repartida en tres bandejas”. Como mínimo, tiene que haber a disposición de todos los artistas cinco tipos de frutas, entre las que se sugieren manzanas verdes, fresas, kiwi, mango o papaya.
Además, al igual que hizo Leiva la semana pasada, no puede faltar la tortilla de patata casera. Y así debe ser, casera. La formación deja bien claro en sus exigencias que no aceptará productos comprados y envasados. La cena también estará compuesta por 30 sándwiches variados –con embutido, vegetales y patés- ya montados y envueltos.
Junto a ellos, el Ayuntamiento deberá disponer dos cuencos de hummus , un cuenco de guacamole, dos tablas de queso variado y tres ensaladas veganas. Como acompañamiento, Fangoria se decanta por los frutos secos, el pan de picos y las regañás. De postre, bastará con unas chocolatinas variadas.
Hacia el final del concierto
Como el concierto consumirá muchas energías, se hará necesario proporcionar una nueva comanda de comida, esta vez caliente, poco antes del final. Hamburguesas, pizzas o pollo rebozado con patatas fritas se antoja suficiente. De ello darán cuenta 16 personas. Otras tres se nutrirán de “cena caliente vegana”.
En medio de toda esta comida, también habrá tiempo para tomar alguna infusión, por lo que Fangoria quiere tener a mano un calentador de agua eléctrico para tomar té o poleo acompañado de miel. Y nuevamente al igual que Leiva, en todo este conjunto de peticiones no puede faltar “hielo en abundancia”. Como sugerencia, el grupo propone cinco bolsas.
Todo para que los protagonistas de la cuarta cita del verano en Castrelos, que agotó todas las entradas disponibles en la zona de pago, puedan darlo todo sobre el escenario y dejar plenamente satisfecho al público vigués.