Elegidas entre millones de negativos del archivo personal del fotógrafo español, las imágenes pertenecen al periodo comprendido entre 1957 y 1963, en el que se produjo la segunda gran ola de emigrantes gallegos hacia América, en el llamado éxodo gallego. La exposición ya pasó por otras ciudades como Madrid, Montevideo, Buenos Aires y Rosario, antes de llegar a Brasil.
La inmensa mayoría fueron tomadas en el puerto de A Coruña pero doce de las imágenes se captaron en el de Vigo, en el regreso del buque Santa María. Estas últimas no solo retratan el regreso de los emigrantes a casa sino que muestran la angustia de los pasajeros y familiares ya que el navío, que cubría la ruta Caracas-Lisboa-Vigo fue secuestrado durante dos semanas por el DRIL (Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación), una organización armada formada en 1959 por exiliados españoles (sobre todo gallegos) y portugueses para luchar contra las dictaduras salazarista y franquista. Iban 586 pasajeros a bordo y durante la operación, que denominaron Dulcinea, los secuestradores mataron al tercer piloto e hirieron a otros dos tripulantes. Finalmente se rindieron y llevaron el barco a Recife, desde donde regresó de vuelta a Europa.
Bajo estas líneas, portada del trabajo de Alberto Martí.
Cámara de NO-DO rodando el barco Santa María, secuestrado por el DRIL. Vigo, 1961.
Los pasajeros son recibidos con abrazos de sus familias tras la angustia producida por el secuestro.
Emigrantes intentando localizar a sus familiares entre el público congregado en la estación marítima.
Un emigrante tras reencontrarse con su mujer y su hija.
Otra instantánea que muestra la felicidad de los familiares al reencontrarse con sus seres queridos.
Fotografía familiar ante el puerto de Vigo.
Una mujer recogiendo su equipaje.
Reencuentro de una familia.
Familiares en el puerto pendientes de la llegada de sus seres queridos.