El repunte de los nuevos contagios de Covid-19, y en especial el récord conocido este jueves, ha avivado la desconfianza respecto a la evolución de la pandemia en el área sanitaria de Vigo. Las propias autoridades sanitarias reconocieron esta mala tendencia con respecto al conjunto de Galicia. Pero este viernes el alcalde de Vigo ha sorprendido a todos al dar a conocer los datos a escala local.
Según las estadísticas que la Consellería de Sanidade facilita a los municipios, el informe de este viernes recoge que la ciudad olívica tiene 1.183 pacientes activos (personas que están pasando la enfermedad). La cifra se ha ido reduciendo progresivamente a lo largo de esta semana, ya que el lunes arrastraba 1.273 casos en fase activa, 90 más.
Esto implica que menos de la mitad de los positivos que hay en el área sanitaria –concretamente el 49,7%– residen en la metrópoli. El resto, pertenecen al resto de localidades. Esta tasa es significativa teniendo en cuenta que el lunes era del 53,9% y que los nuevos contagios se dispararon en el conjunto del área sanitaria durante las últimas jornadas. De ahí la afirmación que lanzaba este viernes Abel Caballero, que destacaba que la ciudad de Vigo “lleva una buena evolución”. En este sentido, hay que tener en cuenta que la población olívica representa el 53% del total del área sanitaria.
No obstante, las cuentas del alcalde patinaban en cierto modo porque sólo tenía en cuenta el dato de casos activos –el único que le proporciona la autoridad sanitaria-. Tanto el Ministerio de Sanidad como la Consellería se centran en la incidencia acumulada de los últimos 7 y 14 días antes de sacar conclusiones. Y esa incidencia se calcula tomando como base los nuevos positivos detectados y no los que están en fase activa.
También la tasa de positividad, la presión asistencial, el número reproductivo o los fallecidos sirven para determinar si un territorio avanza en la buena dirección o no. Y si se deben aplicar restricciones. Pero en Galicia no se hace pública esa información desglosada por municipios. Así pues, los alcaldes deben confiar todas sus esperanzas a los pacientes activos para intuir si su localidad va por buen camino. Por lo que dicen las estadísticas, Vigo ha conseguido rebajar los enfermos pese al contexto general de los últimos días.