El espacio, ubicado en una finca privada de 3.576 metros cuadrados, fue permitido durante el anterior gobierno del PP, quien admitió que le daba también un uso municipal, según aseguró este sábado el Concello de Nigrán en un comunicado. «Durante años se fueron acumulando toneladas de residuos de todo tipo que allí dejaban particulares y Concello: grava, restos de poda, escombros, electrodomésticos, neumáticos, tubos… Una situación que derivó en la apertura de diferentes expedientes por parte del Seprona y que empeoró a raíz del anuncio del anuncio de la supuesta apertura del Punto Limpio, ya que al situarse en la misma carretera pero 100 metros antes y no estar realmente abierto, provocó que muchas personas abandonasen allí directamente sus residuos», añaden desde el Concello.
“Como hemos denunciado desde el principio, la situación supone un grave peligro sanitario y un desastre ecológico, y por supuesto que no encaja en nuestra política medioambiental, por lo que hay que darle una solución definitiva, que no es otra que sellarlo e impedir que se vuelvan a depositar residuos”, explica Juan González, alcalde de Nigrán, quien apuesta por una economía sostenible. Así, el descontrol y peligrosidad del vertedero ya quedó patente en agosto de 2014, cuando precisamente al día siguiente de inaugurarse precipitadamente el punto limpio se produjo un incendio. En ese momento el anterior gobierno realizó un cierre perimetral que duró 24 horas y prometió clausurarlo inmediatamente, hecho que nunca se produjo.
La nueva política municipal apuesta, entre otros aspectos, por el compostaje comunitario, por lo que instalará en el punto limpio del Concello unidades de compostadores para que usuarios particulares y hosteleros depositen allí materia orgánica (como sobras de comida, frutas, verduras o incluso las ramas de las podas) para posteriormente recoger abono de alta calidad de manera totalmente gratuita.