Ante este aviso, una dotación acudió inmediatamente al lugar, donde fue requerida por una joven, la cual le indicó que había visto como un varón de unos 80 años golpeaba a una mujer en la parte peatonal de la calle Urzaiz y huía por la calle Aguia.
Por eso llamó a la policía e intentó seguirlo, descubriendo estupefacta cómo sacaba un objeto punzante de su bolsillo y rayaba varios vehículos estacionados en la calle. Además, en alguno de ellos pudo observar como intentaba forzar los tiradores de las puertas y manipular las cerraduras.
Tras facilitar una breve descripción, los agentes dieron aviso a otras patrullas y comprobaron calles cercanas, localizando a un hombre cuyas características coincidían plenamente con el que buscaban.
Además, se comprobó los vehículos estacionados y descubrieron que al menos cuatros de ellos tenían daños en sus cerraduras y rayazos en los laterales de sus carrocerías.
Mientras localizaban a los propietarios de los vehículos para informarles de lo sucedido y de los trámites a seguir, aparecieron otros tres vecinos que manifestaron que también habían sufrido daños en sus coches.
Asimismo, informaron a los agentes que este señor tenía atemorizado al barrio, ya que no sólo actuaba contra los vehículos, sino contra portales de edificios y personas.
Once antecedentes
Por todo ello se procedió a la detención de este septuagenario, así como a su posterior traslado a dependencias policiales.
Al realizar una comprobación de las bases de datos policiales se confirmó que el detenido ya tenía once antecedentes policiales anteriores, siendo varios de ellos por hechos similares al descrito.