«Emplazamos al Ayuntamiento a que nos conteste en 24 horas de la posibilidad real o no de jugar con la grada de Río abierta contra el Athletic. Si existiese cualquier tipo de dudas y al objeto de no incomodar más a los aficionados, pedimos que de inmediato se proceda a la retirada de la totalidad de la estructura para que la ciudad no sea ridiculizada sin gente en la grada». Este es el ultimátum que el presidente del Celta, Carlos Mouriño, lanzó este martes al Concello de Vigo, y por extensión a Abel Caballero, en una rueda de prensa en la que criticó abiertamente la reforma del estadio de Balaídos.
El máximo mandatario del club vigués aseguró que la gestión de la reforma de la grada de Río y su cierre el pasado domingo han provocado un grave daño tanto al club como a los aficionados y a la ciudad, por lo que pide que se tomen medidas con tiempo suficiente para reaccionar, algo que considera no se hizo antes del choque frente al Atlético.
«No tenemos ninguna noticia directa del Concello, nos produce desazón e incomodidad, hablamos de un número indeterminado de piezas y estamos desconcertados. Pedimos que en 24 horas nos diga sí o no, porque ya pasó la vez anterior y no queremos quedarnos otra vez todos pillados. No hay necesidad si se hacen las cosas medianamente bien», señaló Mouriño.
El presidente afirmó que la relación con el Concello es buena, pero añadió que «estamos pidiendo cambiarla, pedimos hablar con claridad, pero no estamos conformes, no es una relación de conformidad, nos sacaron de las comisiones de seguimiento de las obras, no tenemos ninguna información».
Respecto al episodio de la semana pasada, relató que «llamamos el jueves al Concello y nos aseguraron que la grada se abría, y el viernes nos dijeron que no. La solución la tiene que buscar el Concello, me inclino más porque no quiere, hay tiempo material para desmontar las gradas, creemos que es factible retirar todos los módulos y salir de dudas, es responsabilidad del Ayuntamiento».
Por todo ello, explicó que «tenemos muchísimas dudas y no de mala fe, pero sí de muy mala información y salir del paso a los problemas, sin analizarlos, creo sinceramente que si se hubiera querido se hubiera podido hacer de muchas maneras».
Además, sin mencionar a Abel Caballero, rechazó la estrategia de «hablar por hablar» y propuso dejar de hacer «propaganda con el estadio y ver los problemas». También explicó que solicitará una reunión con el Concello y la Xunta para que las tres parte se pongan de acuerdo en la construcción de la Ciudad Deportiva y rechazó ahora la posibilidad de que el club se vaya a otro municipio, tal y como había avanzado hace varios meses.
En el caso de los aficionados afectados por el partido del Atleti, aseguró que se devolverá el importe y explicó que no se trataba de cuestión de dinero, por lo que no llegó a tasar el importe total de las indemnizaciones ni a señalar las razones de una subida de los abonos cuando conocía que la grada estaría en obras esta temporada.