El acusado de asesinar a un okupa con el que convivía en Vigo se ha declarado inocente de los hechos, reivindicando que él «no es el autor de nada»: «Lo quería como a un hermano».
Así lo ha señalado durante el uso de su derecho a la última palabra en la vista de este miércoles ante el jurado popular llevada a cabo en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica.
Allí, el varón ha reivindicado que llevaba unos 17 años conviviendo con el fallecido. «Yo siempre lo ayudé», ha apostillado, asegurando que le prestaba ropa y se «preocupaba» por él.
Además, ha aprovechado su última intervención para apuntar de nuevo hacia el tercer hombre que vivía con ellos en la casa que okupaban cerca de la calle Coruña de Vigo, indicando que este varón «sí tiene antecedentes» por homicidio y el propio acusado «no tiene antecedentes policiales».
Todo ello después de tres intensas jornadas de juicio que este miércoles se han dado por concluidas a la espera de lo que decida el jurado popular sobre el caso.
En sus conclusiones, Fiscalía se ha mantenido en su petición de 20 años de prisión para el acusado como autor de un delito de asesinato con alevosía.
Según la fiscal, el procesado presentaba manchas de sangre de la víctima en su mano y en su ropa (como confirmaron los forenses que también acudieron a declarar esta mañana). Además, ha apuntado al cambio de versión del varón, que en un primer momento dijo que la sangre que presentaba en las manos era de la víctima porque anteriormente se había cortado con una botella al caer cuando volvían a casa, para luego decir que fue el tercer okupa el que lo manchó y luego esta tercera persona se había limpiado con su propia orina.
Ella también ha dado por «corroborada» la versión de este tercer okupa, que aseguró que escuchó una discusión mientras dormía, en la cual alguien decía: «Me has clavado». Por esto, salió y se encontró al acusado lleno de sangre y comenzaron la búsqueda de la víctima.
«No explica por qué tenía sangre en su ropa», ha subrayado, recordando que también fueron encontrados restos del ADN del acusado en el cuchillo con el que se habría cometido el crimen y no del otro hombre.
Al igual que los forenses, Fiscalía ha apuntado hacia la situación de «vulnerabilidad» en la que estaba la víctima, al encontrarse «intoxicado» por los 3,5 gramos de alcohol en sangre que registraba (cantidad similar a 1,75 gramos por aire expirado).
Para el Ministerio público, no tenía «capacidad para defenderse» porque iba «muy embriagado», por lo que lo único que hizo, a su juicio, fue levantar un brazo, explicando así la puñalada que tenía bajo esta extremidad.
Entre otras cosas, la fiscal ha destacado que el acusado tenía una mochila para irse porque «quería escapar». «No le salió bien, porque lo escucharon. Todo lo demás le dio tiempo perfectamente», ha sentenciado.
Defensa
Por su parte, la defensa del acusado ha pedido la libre absolución del procesado o que sea condenado por un delito de homicidio y no de asesinato.
En sus conclusiones, ha plasmado sus «dudas» sobre el relato que narra Fiscalía, las cuales «no han quedado aclaradas». Al respecto, ha asegurado que el tercer okupa «mintió», indicando que dijo que estaba en casa a eso de las 21.00 horas, pero una persona lo habría visto en la fiesta sobre las 00.00 horas y la señal del móvil también lo situaría allí.
Además, este varón indicó que su móvil no tenía batería ni saldo, por lo que no llamó él al 112, pero sin embargo más tarde hizo una llamada. La abogada ha pedido al jurado popular que tenga en cuenta también que este varón informó a los agentes de que faltaba el cuchillo. «Es él el que pone a la Policía sobre la pista que tiene que ir viendo», ha lamentado.
La defensa ha criticado que no se hayan llevado a cabo ciertas pruebas solicitadas, como la de comprobar si las fibras halladas en las uñas del fallecido se correspondían con la ropa del tercer okupa, porque no eran del acusado.
Ella ha apelado a que su defendido «no tiene malicia», como han declarado personas que lo conocían.
Tras esto, el jurado comenzará a deliberar a partir de la mañana de este jueves para tener un veredicto.
Hechos
En concreto, los hechos habrían ocurrido en la madrugada del 17 de julio de 2023, cuando el acusado y el fallecido volvían caminando juntos desde las fiestas del barrio de Bouzas hasta el domicilio que ambos okupaban. En el entorno de la plaza de la Industria, tras una discusión, continuaron el camino por separado.
Según el escrito de acusación de Fiscalía, fue sobre las 03.20 horas cuando se reencontraron en el exterior del domicilio. Allí, el acusado, utilizando un cuchillo de más de 28 centímetros que habría cogido en el interior de la vivienda, habría atacado a la víctima, clavándoselo hasta en cuatro ocasiones en la espalda, en el tórax, en el pecho y en el brazo.