Se pueden contabilizar hasta diez radares, entre fijos y móviles, en la autovía que une Tui y Vigo, una de las más peligrosas de España. El objetivo es intentar reducir el elevado número de accidentes en esta vía, con casi uno diario, y que, aunque se trate de una colisión por alcance sin daños personales, provocan un caos de tráfico inmediato cuando inhabilitan uno de los carriles de circulación.
En un solo día –también en horario nocturno– se pueden contabilizar hasta cuatro radares móviles en diferentes puntos de esta autovía, instalados en turismos rotulados, vehículos camuflados o también habilitados sobre trípodes. Estos se suman a los seis radares fijos que se encuentran en la autovía Vigo-Tui.
Los controles de velocidad que lleva a cabo la Guardia Civil de Tráfico se refuerzan estos días con una presencia más intensificada en la Avenida de Madrid por parte de la Policía Local. En esta vía, donde se acometen desde hace semanas los primeros trabajos para llevar a cabo su reforma –durante un periodo de 20 meses– se ha reducido significativamente la velocidad, limitándola a 30 km/h en la mayoría del trazado.
Por lo tanto, las obras de reforma de la Avenida de Madrid, entre los puntos kilométricos 0.0 y 2,7 de la A-55 han comenzado a afectar a la circulación en la entrada de Vigo, con restricciones por ahora temporales. Desde este lunes, y por espacio de una semana, se ha cerrado al tráfico un carril de la Avenida de Madrid limitando la circulación en cada una de las vías en sentido ascendente, desviando los coches al carril contiguo. Los operarios de la UTE Oreco Balgon – Covsa están retirando estos días las vallas metálicas y según la sección de avisos del Concello la situación se prolongará toda esta semana.