La investigación se inició a principios de mes y dentro del Plan Especial de Lucha Contra el Tráfico Medio de Drogas que esta Comisaría está llevando a cabo, tras tener conocimiento a través de la colaboración ciudadana de la posible existencia de un punto negro de venta de drogas en el entorno de la calle Aragón.
«Como resultado de lo anterior y por las investigaciones realizadas se comprobó que era constante el trasiego de toxicómanos por la zona, con el incremento de inseguridad que ello conllevaba para los vecinos», señala la Comisaría en un comunicado de prensa.
Durante la investigación los agentes observaron que la mayoría de ellos esperaban en puntos predeterminados hasta la llegada de un varón con el que tras intercambiar unas palabras realizaban un rápido intercambio para a continuación marcharse ambos del lugar.
Además, confirmaron que dicha persona adoptaba diversas medidas de seguridad y tenía un especial cuidado cuando contactaba y realizaba intercambios con los potenciales compradores. Por todo ello se elaboró un amplio dispositivo en la cual varios indicativos y agentes se dispusieron estratégicamente por las inmediaciones y calles aledañas.
Sería a primera hora de la noche cuando una de las dotaciones observó como este varón llegaba en una motocicleta y comenzaba a hacer llamadas telefónicas a través de su teléfono móvil. Minutos más tarde llegó un joven con el que intercambió unas palabras, tras lo cual ambos subieron a la motocicleta e iniciaron la marcha en dirección contraria por la calle Redomeira.
El coche patrulla interceptó el vehículo e identificó a los ocupantes, al tiempo que les realizaba un cacheo preventivo de seguridad, localizando escondidas entres las ropas del piloto 233 dosis de cocaína y otros efectos.
Por todo ello se procedió a la detención de este individuo y a su posterior traslado a dependencias policiales, pasando todo lo actuado a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia.
