Esta fotografía está tomada en la Avenida de Castrelos, en la ciudad de Vigo, sobre el puente que salva el río Lagares a la entrada del parque. Ahora, en pleno verano y en estas épocas del año en las que las lluvias son realmente escasas, el río va muy mermado de agua, con un caudal mínimo, tal como puede apreciarse en la imagen. Sin embargo, después de la limpieza y regeneración llevada a cabo hace años, se han recuperado especies como las truchas y los patos, entre otras. Normalmente, en los ríos suelen encontrarse carteles indicando la acotación de pesca, sin embargo, en este caso y en esta ubicación, resulta muy llamativo lo que reza el cartel de la derecha: “Tramo libre de pesca sen morte” (tramo libre de pesca sin muerte). Eso quiere decir, para los profanos a la pesca, que se puede pescar, pero devolviendo la presa de nuevo al río para mantener la densidad de individuos, que viene a ser algo así como el placer de pescar sin hacerle daño a ningún pescado. Esto demuestra que el río ya ha recuperado su estado primitivo, el que contaban las abuelas y los abuelos cuando decían que de pequeños se bañaban en el río Lagares y que estaba tan limpio que incluso podían beber su agua.