La imagen muestra la Ronda de Don Bosco a su paso por debajo del Paseo de Granada, en la ciudad de Vigo, en dirección a la Rúa Cachamuiña, en las inmediaciones del edificio del Concello, en pleno centro de la ciudad. Se observa una de las aceras que resulta extremadamente estrecha y que va inclinada con respecto a la carretera, hasta que no permite otra opción que descender por esas escaleras que constituyen una barrera para las personas con movilidad reducida, y luego continuar exponiéndose al peligro del tráfico para poder alcanzar la Rúa Cachamuiña; un auténtico sube y baja. Cierto que no son muchas las personas que utilizan ese camino y que algunas, forasteras, lo hacen por despiste, pero el peligro es muy grande y evidente. El Concello debería realizar algunas modificaciones para darle mayor seguridad a los peatones que circulan por ese lado, además de eliminar las barreras arquitectónicas, y tampoco estaría de más darle salida hacia la calle de arriba.