Esta es la imagen del Paseo de Alfonso XII desde la ría de Vigo. La acera volada del mirador —-que lleva vallada desde hace más de seis años—- queda totalmente a la vista constituyendo uno de los mejores lugares de la ciudad. Al fondo, un poco más arriba, puede apreciarse el conjunto de la Panificadora, que sigue a la espera de recuperarse para la ciudad antes de que termine por desmoronarse. A la derecha pueden verse las obras del barrio de O Cura, que avanzan a buen ritmo y que, de momento, permiten una vista impresionante. Se aprecia, también, el irregular perfil del conjunto de las construcciones existentes, con alturas muy diferenciadas y algunas totalmente desproporcionadas, algo que se ha permitido, sobre todo, en la época de los años sesenta y setenta, cuando el desarrollo urbanístico era salvaje. El mirador del Paseo de Alfonso XII sigue siendo un tesoro urbano que debiera conservarse con celo para disfrute de nativos y foráneos. No debiera permitirse que el Paseo de Alfonso XII pase a un segundo plano como ocurrió en su día con la plaza de A Pedra, cuando se construyó del centro comercial de A Laxe.