Las lluvias han dado una pequeña tregua y la población de Vigo y alrededores se ha dado cita en las calles más céntricas de la ciudad, fundamentalmente durante los fines de semana, e incluso se ha percibido la presencia de numerosos forasteros.
La instalación de la decoración navideña sigue su curso y los adornos ya pueden apreciarse en la Porta do Sol, en la Rúa Urzaiz, en la Gran Vía, y en muchos otros rincones urbanos. Asimismo, los establecimientos hosteleros y comerciales comienzan a experimentar los llenos propios de las fechas navideñas.
Esta fotografía de la viguesa Rúa Príncipe, tomada el último fin de semana de octubre, constituye un buen ejemplo, una calle que puede observarse engalanada en su mayor parte en el momento de escribir estas líneas y que aparece completamente llena de gente de todas las edades.






















