Esta mañana, a las 9:30, la ría de Vigo dio la bienvenida al Disney Fantasy, un coloso de la imaginación que atracó procedente de Southampton para una escala fugaz antes de partir a las 17:30 rumbo a A Coruña y, luego, Bilbao. En una ciudad acostumbrada al trasiego de transatlánticos, la llegada de este buque de Disney Cruise Line no es solo otra marca en el calendario portuario: es la irrupción de un universo flotante donde la magia de Disney se funde con la innovación náutica. Con su silueta de 339,8 metros de eslora y un diseño Art Nouveau que evoca los transatlánticos dorados de los años 20, el Fantasy ofrece una experiencia que trasciende el crucero convencional, convirtiendo cada travesía en un cuento de hadas sobre las olas.
Botado en 2012 y gemelo del Disney Dream, este buque no compite por ser el más grande (con 129.690 toneladas y capacidad para 4.000 pasajeros), su objetico es convertirse el más encantador. Desde su montaña rusa acuática hasta las ventanas virtuales que sorprenden con personajes animados, el Disney Fantasy redefine el ocio marítimo, y su breve paso por Vigo, ha generado una estela de curiosidad en la ciudad olívica.
Un diseño que destila magia Disney
El Disney Fantasy no es solo un barco; es un lienzo donde las historias de Mickey, Aladdín y Marvel cobran vida. Su atrio central, presidido por una estatua de bronce de Minnie Mouse en un guiño a la elegancia de los años 20, marca el tono de un diseño Art Nouveau que combina candelabros de cristal, mosaicos florales y detalles que esconden guiños a clásicos Disney en cada rincón, desde barandillas con siluetas de personajes hasta lámparas que evocan a La Sirenita. A diferencia de los megacruceros que apuestan por la masividad, el Fantasy prioriza la inmersión temática, con espacios que alternan la fantasía infantil con la sofisticación adulta.
Su sistema de cena rotacional es un sello distintivo: los pasajeros, acompañados por el mismo equipo de camareros, rotan cada noche entre tres restaurantes temáticos (Animator’s Palate, con pantallas que animan dibujos en tiempo real; Enchanted Garden, un invernadero inspirado en Versalles; y Royal Court, un salón palaciego de cuentos de hadas). Esta experiencia, única en la industria, garantiza variedad sin sacrificar el servicio personalizado, haciendo que cada comida sea un capítulo de la travesía.
Innovaciones que rompen moldes en alta mar
Lo que eleva al Disney Fantasy a categoría de prodigio marítimo son sus innovaciones técnicas, pensadas para sorprender a todas las edades. En la cubierta superior, el AquaDuck (una montaña rusa acuática de 233 metros que serpentea sobre el mar) es un hito que ningún otro crucero iguala. Los pasajeros, propulsados por chorros de agua a través de tubos transparentes, sobrevuelan el Atlántico en una experiencia que fusiona adrenalina y vistas panorámicas. Para quienes buscan calma, el AquaLab, un parque acuático interactivo, y la piscina Quiet Cove, exclusiva para adultos, equilibran la oferta.
En las cabinas interiores, las Magical Portholes reinventan la navegación: estas ventanas virtuales proyectan vistas del exterior en tiempo real, salpicadas por apariciones de personajes como Nemo o Stitch, un toque de magia tecnológica que transforma la ausencia de vistas en una ventaja. Con 1.250 camarotes, el Fantasy introduce el baño dividido, con ducha y lavabo en un espacio e inodoro y otro lavabo en otro, un detalle práctico para familias que agiliza las mañanas.
El barco, propulsado por un sistema diésel-eléctrico que alcanza 23,5 nudos, cumple con normativas ambientales estrictas, minimizando emisiones en puertos como Vigo, alineándose con la apuesta de la ciudad por un turismo sostenible. Su autonomía de 14 días y capacidad para 2.500 tripulantes aseguran una operación impecable, desde el Caribe (donde opera habitualmente) hasta estas escalas europeas.
Entre Broadway y fuegos artificiales
El Disney Fantasy es un escenario flotante donde el entretenimiento alcanza cotas teatrales. El Walt Disney Theatre, con 1.340 butacas, acoge producciones al estilo Broadway, como Aladdin: A Musical Spectacular, con escenografías que rivalizan con los mejores escenarios terrestres. El Buena Vista Theatre, un cine de alta gama, proyecta estrenos de Disney y Pixar, a menudo simultáneos con los cines globales, un lujo para los cinéfilos en alta mar. Las fiestas en cubierta, con personajes, música en vivo y un espectáculo de fuegos artificiales (raro en cruceros), son un clímax que ilumina el océano.
Para los niños, el Oceaneer Club y Oceaneer Lab recrean mundos de Marvel, Star Wars y Pixar, con actividades supervisadas que van desde talleres de animación hasta juegos con superhéroes. Los adolescentes encuentran refugio en Vibe y The Edge, clubes exclusivos con tecnología y estética urbana, mientras los adultos se retiran al Senses Spa o al distrito Europa, un conjunto de bares inspirados en capitales del Viejo Continente, desde un pub irlandés hasta un lounge italiano. La ausencia de casino, una rareza en la industria, refuerza el enfoque familiar, priorizando la narrativa sobre el juego.
Vigo, una escala en un cuento transatlántico
La llegada del Disney Fantasy a Vigo, aunque breve, encaja en el auge del turismo de cruceros en la ciudad, que en 2024 superó los 170.000 pasajeros. Atracado en el muelle de transatlánticos, el buque, con 14 cubiertas y una tripulación que mima cada detalle, permite a los vigueses vislumbrar un mundo donde la magia no conoce fronteras.