El Concello de Vigo acaba de dictar una nueva orden de Urbanismo para paralizar unas obras que se están llevando a cabo en la ribera del río Lagares en la zona de Cabral.
Según informa la Asociación de Vecinos y Empresarios de Cabral (Aveeca), los trabajos están «aparentemente relacionados, una vez más, con la pretensión de ampliar el campo de golf», señalan en un comunicado. De hecho, la actuación municipal surgió a raíz de una denuncia del colectivo presentada a principios del pasado mes de septiembre, siendo ya la tercera que interpone esta entidad en los últimos dos años «por obras de notable impacto ambiental en el entorno del nacimiento de río vigués», explican.
En este caso, el informe del Ayuntamiento refleja que las obras se realizaron sin licencia siendo talas de árboles, trabajos silvícolas y movimientos de tierra en un área de 7.652 metros cuadrados.





La resolución del departamento de Urbanismo del Concello de Vigo obliga así a la mercantil Rogaem Group «a la suspensión inmediata de esas actividades y a la retirada de los materiales y de la maquinaria». Pero no se queda ahí ya que envía el apercibimiento de que, «si no cumple esta orden, se procederá al precintado de las obras o la ejecución forzosa mediante multas coercitivas de entre 1.000 y 10.000 euros«, reza el escrito.
Las dos denuncias anteriores de Aveeca por trabajos ligados al proyecto de ampliación del campo de golf tenían relación directa con la Comunidad de Montes de Santa Marina de Cabral, entidad que la asociación entiende que «previsiblemente también está detrás de las nuevas obras que acaba de parar el Ayuntamiento».
El primer caso se remonta a octubre de 2023. La denuncia derivó en una «exhaustiva investigación» del Seprona que desembocó en la interposición de una querella por parte de la Fiscalía de Vigo por delito contra el medio ambiente, en concurso con otro contra la ordenación del territorio, cometido presuntamente por la Comunidad de Montes, su presidente, Luis Rodríguez, y otra serie de implicados.
El caso había provocado asimismo la imposición de una fuerte sanción económica por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural, de 98.000 euros, tras constatar el Seprona que el Lagares, cerca de su cabecera y aguas arriba de la Lagoa de Mol, había sido desviado por una excavadora y que numerosos árboles de ribera habían sido arrancados.
La segunda denuncia de Aveeca fue en noviembre del año pasado y se refirió a unas obras en un área de protección natural, también muy cerca del nacimiento del río Lagares.
La asociación responsabilizó de nuevo a la CC MM de Cabral. La actuación consistió en la apertura de zanjas para canalizaciones con material plástico no permitido en brañas, con el objetivo «de desviar los pequeños riachuelos y nacientes que discurren y surgen por la zona, en un terreno calificado como suelo rústico de protección natural». Además, hubo tala de árboles, sin descartar tampoco daños a especies protegidas.
La última denuncia, que provocó la nueva orden de paralización del Ayuntamiento vigués, se interpuso a principios del pasado mes de septiembre.
En la visita municipal de inspección posterior se constató que parte de la parcela en la que se estaban realizando las obras pertenece ya al ayuntamiento vecino de Redondela.
























