Las vistas hacia la ensenada de San Simón en la ría se Vigo, nada más cruzar el puente de Rande en dirección Pontevedra, se podrán contemplar dentro de nada con el reposo y la calma que exige una visión así.
Muy cerquita del Puente de Rande, nada más superar la primera de las innumerables rotondas que jalonan la carretera nacional 554, tan utilizada para viajar entre Vigo y Pontevedra sin pagar peaje, encontrarán los conductores una pequeña semicircunferencia que parece meterse en el mar.
Hablamos de San Adrián de Cobres, en la esquina más meridional del Concello de Vilaboa. Pasar por allí invita a echar el coche a un lado, pese a que esa pequeña parcela está todavía perimetrada y con los trabajadores de la construcción en plena faena. Sin embargo, antes de que acabe este mes la obra debería estar finalizada.
Eso es lo que indica el cartel de la actuación, el cual anuncia una intervención más ambiciosa: «Acondicionamiento da contorna do Forno de Cal», una nueva obra en la zona para acabar de recuperar el entorno completo de esta pequeña joya del patrimonio gallego, con un muy importante valor etnológico.
El interés patrimonial del Forno de Cal, debajo prácticamente del mirador, abarca no solamente a la estructura, sino a las actividades que allí se desenvolvían, a las técnicas empleadas o a los documentos que se generaron en su actividad.
La presencia de un horno de cal en la ribera de la ensenada de San Simón es curiosa, en tanto en cuanto la calcaria no está presente en el entorno geológico de la zona, y el transporte de cal no era rentable a gran distancia. Pero la demanda de cal, para los construcción sobre todo, existía en la comarca, claro; y de ahí la explicación de la presencia de un horno de cal en San Adrián.
Todas estás explicaciones, y muchas otras, estarán disponibles para el visitante cuando terminen los trabajos en marcha, los cuales han supuesto una inverión de 200.000 euros, en torno al 90 por ciento de los cuales proceden de una una nueva aportación económica a través del GALP Ría de Vigo-A Guarda. El Concello de Vilaboa pone el resto.