El ministro de Cultura, Ernest Urtusun, ha hecho en Vigo este jueves la misma promesa que ya hicieron casi todos sus antecesores en las últimas dos décadas. En la calle Lalín, la nueva ubicación elegida ahora para albergar esta dotación, el ministro Urtusun ha anunciado una Biblioteca Pública del Estado y ha asegurado que su departamento licitará el próximo año –no ha concretado más– la redacción del proyecto constructivo. «Es una deuda con la ciudad», ha admitido. Además, sí ha puntualizado que aunque no haya presupuestos generales –en la actualidad están prorrogados los de 2023–, habrá consignación para ello.
No es el primero que hace referencia a una «deuda» que ya tiene rango de histórica, pues la dotación se pidió por primera vez en 2005, hace veinte años. La promesa por parte del Ejecutivo central tiene algo menos, pero también es mayor de edad: 18 años.
Así, desde que en agosto de 2008 el entonces ministro de Cultura, César Antonio Molina, anunciase esta infraestructura cultural para Vigo, han tenido la cartera de ese ministerio ya otros ocho políticos y al menos la mitad se comprometieron también con esta obra de la que hay varias infografías, para la que se barajaron también distintas ubicaciones pero que nunca vio ni tan siquiera como se ponía una primera piedra. De hecho, la vez que estuvo más cerca –lo ha recordado este jueves Abel Caballero en presencia de Urtusun– fue cuando se consignó una cantidad en los presupuestos generales del estado… que posteriormente fue retirada.
De hecho, antes que Urtasun, también comprometió la biblioteca pública del Estado su antecesor Miquel Iceta, que en 2023 admitía esa «deuda» con Vigo pero al mismo tiempo señalaba que no sería pronto. «No va a ser mañana», señalaba el político catalán en una visita a la ciudad hace dos años.
Y es que es lo mismo que ya habían hecho antes José Manuel Rodríguez Uribes (2020) y José Guirao (2019).
A Máxim Huerta no le dio tiempo en los siete días que estuvo al frente del Ministerio en 2018 y durante la etapa de Mariano Rajoy no hubo promesas por parte de Íñigo Méndez de Vigo ni José Ignacio Wert.
Sí las hubo durante el Gobierno de Zapatero con Ángeles González-Sinde (2010), que rechazó ubicarla en Beiramar y propuso buscar una ubicación diferente. Antes que ella, César Antonio Molina, en 2008, había dado por segura la construcción en la zona portuaria de una infraestructura a la que, no obstante, otra ministra socialista había dado carpetazo dos años antes, en 2006.
Y es que no fue Abel Caballero el primero en solicitar una Biblioteca Pública del Estado. En 2005, hace ya veinte años, dos años antes de que el socialista llegase a la Alcaldía de Vigo, la popular Corina Porro remitió al entonces presidente de la Xunta, entonces el socialista Emilio Pérez Touriño, un informe con las necesidades más acuciantes de la ciudad que necesitaban de la intervención del Gobierno central, presidido entonces por José Luis Rodríguez Zapatero.
En el informe, de 42 puntos, se solicitaba entre otras muchas cosas una Biblioteca del Estado para Vigo, una petición a la que enseguida le dio carpetazo Carmen Calvo, que fue la primera ministra del ramo con Zapatero tras el cambio de Gobierno y sucediendo en el cargo a por aquel entonces un casi desconocido Mariano Rajoy, que fue ministro de Educación, Cultura y Deporte durante toda esa legislatura, que estuvo presidida por José María Aznar (2000-2004).
A la ministra Calvo le llegó la petición en 2006 y lo zanjó rápidamente alegando que era una dotación propia de capitales de provincia y que, por lo tanto, Vigo no podía contar con ella. Este jueves, Abel Caballero, hizo también referencia a esa excusa, remarcando que la dieron varios ministros populares durante el gobierno de Rajoy, pero no a Calvo. «Tuvimos una etapa de oclusión», dijo al respecto de esos años de Gobierno popular.
«Es una cuestión que le debíamos a la ciudadanía de Vigo. Esta era una deuda histórica que tenían todas las administraciones, pero particularmente el Gobierno de España con la ciudad de Vigo», ha apuntado este jueves Urtusun ante los medios de comunicación, después de que el propio alcalde, Abel Caballero, recordase que fue por el 2007 cuando el Ejecutivo se comprometió a crear esta biblioteca y han pasado casi 20 años. «Llevo desde el año 2007 esperando este momento, cuando llegué a la Alcaldía mi primera decisión fue solicitar una Biblioteca Pública del Estado para Vigo», ha recordado el regidor al que traicionó la memoria, ya que señaló que entonces el ministro era Guirao, que llegó al cargo 11 años después, en 2018, olvidando a César Antonio Molina. «Dijo que sí», citó que sí.
«No sé si en este momento soy el primer o el segundo hombre más feliz del mundo, pero es una noticia excepcional para Vigo», ha sentenciado Caballero.