El Concello de Vigo asume importantes riesgos cada Navidad con unos planes de tráfico que no sólo no impiden el colapso de la ciudad, o al menos de su almendra central, sino que además ponen en peligro la seguridad de los peatones que disfrutan de las atracciones navideñas en el mismo espacio por el que circulan los autobuses.
«No se toman medidas hasta que no pasa algo, y no será por falta de advertencias. Todos los años pasa lo mismo, todos los años sugerimos soluciones y no nos hacen caso», señalan fuentes del comité de empresa a Vigoé. «No sé quién es el iluminado que diseña el Plan de Tráfico de Navidad», añaden.
Todas las alarmas se encendieron este fin de semana, en el que la ciudad se vio anegada por una avalancha de personas, muchas de ellas procedentes de Portugal, que acuden a pasar el día atraídas por el encanto de las luces navideñas. Y los conductores de Vitrasa vivieron un auténtico calvario.
Un mal plan
«Es que el Plan de Tráfico está mal diseñado. Se está formando un caos tremendo en Vigo. No garantiza ni fluidez de tráfico, y sobre todo no garantiza seguridad, que es lo que más nos preocupa. Y al final los perjudicados somos siempre los conductores. Por un lado, con el colapso no podemos cumplir los horarios. Si no podemos ningún día del año, pero ahora mucho menos. ¿Y eso qué supone? Aguantar las rabietas de los viajeros, con toda la razón, pero no es a nosotros a quienes tienen que dirigirse», explican.
Desde la empresa, los conductores recibieron el siguiente mensaje por el canal interno de comunicación: «Tenemos colapsada la zona del centro. Os agradeceríamos que tengáis paciencia. Quien necesite parar que lo haga, y continúe. Y en la medida de lo posible, se os regulará. Gracias». Este mensaje permite a los conductores, por ejemplo, ir al baño si están demasiado tiempo atrapados en el mismo sitio, pero no ofrece ninguna respuesta al «auténtico caos» en el que se convirtió el fin de semana la ciudad.
Los conductores no entienden, por ejemplo, cómo los autobuses circulan por Policarpo Sanz hacia la Alameda por Velázquez Moreno. Aseguran que hacen auténticas filigranas para hacer girar los autobuses sin llevarse por delante adornos navideños y, lo que es peor, personas. Personas que están tranquilamente paradas en la trazada del autobús posando para sus selfies y que se enfadan incluso cuando les pitan.
Alta tensión
Desde el comité de empresa afirman estar sometidos a un «estrés brutal» que muchas veces deriva en bajas laborales. Circualar en esas condiciones es muy complejo, pero si a ello se suman los retrasos y el consiguiente enfado de los pasajeros lo dificulta todo más. Y como llueva la cosa se hace verdadera imposible. Todos los ingredientes se unen para que suceda una tragedia, como vienen adviertiendo desde hace tiempo al concello.
«Siempre es lo mismo. Prevención, cero. Actuamos a toro pasado. Esperamos que suceda algo y después actuamos, siempre es así. Estamos cansados de advertir que es un peligro meter los autobuses por esas zonas«, dicen desde el comité de empresa, que recuerdan el accidente ocurrido recientemente en la calle Camelias.
«Cuando empezaron a trazar lo del carril bici, tuvimos una reunión con el Concello y les dijimos que nos parecía peligrosísimo. Nos recibió (Javier) Pardo y dijo que eso se hacía en muchas ciudades, que estaba garantizada la seguridad, que los patinetes tenían un semáforo de precaución al acercarse a las paradas y que era imposible un accidente en el momento de subida y bajada de los pasajeros. Pues ya vemos que el otro día hubo uno grave, y no es el primero, ya ha habido otros», recuerdan.
Los conductores de Vitrasa envían cada año una carta al Concello advirtiendo de lo que puede pasar con el Plan de Tráfico de Navidad. La respuesta es siempre la misma: ninguna, y creen que es un error que, lamentablemente, sólo se resolverá cuando suceda algo que nadie quiere que pase.






















