El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, se ha mostrado crítico con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que pretende llevar a los tribunales que su ciudad no sea seleccionada, en caso de ser así, como sede del Mundial de 2030. «Si sigo hablando aquí de él sube la gasolina y el pan. Le dije el otro día en Vigo que a veces hay que hablar menos y hacer más», aseveró.
Louzán, que ha participado este jueves en Santiago en ‘Nueva Economía Fórum’, organizado por ‘Fórum Europa’, ha apuntado que fue él, cuando ocupaba la presidencia de la Diputación de Pontevedra, quien acordó con el Caballero «la renovación de Balaídos», firmando un convenio en 2015 de 15 millones de euros. «Estamos camino de 2026 y esa renovación a día de hoy no se ha terminado, aún faltan dos años para terminar ese estadio«, puntualizó.
«Estaba previsto terminarlo con 27.000 espectadores y cuando lo termine va a quedar con 30.000 espectadores, y las exigencias de FIFA en la capacidad «son de 43.000. Él dice, y probablemente podamos creerle o no, que va a hacer un estadio de 43.000. Va a tirar parte de lo que está haciendo ahora mismo«, explicó.
A Louzán, «como gallego», le gustaría que tanto A Coruña como Vigo fueran sede en 2030: «Pero no soy yo quien debe decir eso porque, en este caso, la única responsabilidad que tiene cada una de las ciudades candidatas, y ahora me refiero a A Coruña, es hacer sus deberes», recalcó el presidente de la RFEF.
«A Coruña asumió unos compromisos de elevar un estadio de 32.000 espectadores a 43.000 y Vigo exactamente lo mismo. Vamos a ver cómo el tiempo pone a cada quien en su sitio, pero espero, como gallego de bien, que podamos tener quizá no una, posiblemente dos, ha dicho Louzán. Vamos a entrar en el 2026 y FIFA exige que, con un año de antelación, esas mejoras de los estadios tienen que estar totalmente rematadas«, sentenció.