Los problemas de falta de mantenimiento en Vigo no solo afectan a las instalaciones deportivas municipales, a los centros educativos o a las zonas verdes, también preocupan seriamente en el edificio del Concello, que aguarda desde hace años por una reforma integral que no llega, para desesperación de los cientos de funcionarios que trabajan a diario en él.
«Estamos cansados de la desidia y del silencio institucional», han señalado este martes a través de un comunicado desde el comité de empresa y la junta de personal del Concello de Vigo. En una nota, han querido «denunciar públicamente la grave situación de deterioro y abandono» que padecen las instalaciones municipales en las que desarrollan su labor a diario.
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los funcionarios ha sido el desprendimiento, hace apenas unos días, de una ventana en la novena planta del edificio consistorial, que cayó hacia dentro y directamente sobre una funcionaria. Este hecho, que califican de «alarmante», «pudo tener consecuencias trágicas» y, según remarcan, «evidencia los serios riesgos a los que estamos expuestos cada día».
Al respecto de este último accidente, el comunicado señala que es una muestra más del estado «insalubre y peligroso» de las instalaciones municipales, que presentan goteras, humedades, desprendimientos en los techos, presencia de moho, sistemas eléctricos obsoletos, ventanas en mal estado, mobiliario deteriorado, baños en condiciones indignas, problemas de climatización y ventilación y ascensores que fallan constantemente, enumeran en la nota los representantes de los trabajadores públicos del Concello de Vigo.
Según señalan, el pasado miércoles, 11 de junio, la concejala Olga Alonso fue informada de la situación, aprovechando una reunión de prevención de riesgos laborales en la que se le instó por parte del presidente del Órgano Unitario de representación, Dámaso Pena, y de la junta de personal a comenzar la reparación planta por planta de la totalidad del edificio consistorial, con el fin de no causar problemas organizativos en el trabajo diario de los funcionarios, enumerando asimismo las distintas causas que afectan al edificio.
«Desde el comité de empresa llevamos años denunciando esta situación ante los responsables políticos y técnicos del Concello», remarcan. Según señalan, han intentado solucionar la situación con todos los medios a su alcance, desde quejas formales hasta presentando informes y documentación gráfica «sin obtener respuesta ni medidas eficaces por parte de la administración, mientras los problemas siguen agravándose».
«Estamos cansados de la desidia y del silencio institucional. Exigimos actuaciones urgentes para garantizar la seguridad, la salubridad y la dignidad de los centros de trabajo municipales. No podemos seguir trabajando en estas condiciones, esperando la que ocurra una tragedia para que se actúe. La seguridad laboral no es negociable. Exigimos soluciones inmediatas», concluyen.
Justificación del Concello
Por su parte, desde el gobierno local señalaron al respecto que la ventana «que cayó la pasada semana» era una ventana abatible en el noveno piso de la torre de Praza do Rei «que estaba abierta en un día de fuertes vientos», argumentan en un comunicado de prensa.
«Al intentar cerrar la ventana, la fuerza del aire venció la sujeción de la misma. Del lado de esta estructura había ventanas cerradas que no sufrieron daño alguno», se limitaron a justificar desde el departamento municipal asegurando que «en estos momentos» ya se está reponiendo la misma.