El grupo municipal del BNG en Vigo llevará al pleno del Concello, que se celebrará el próximo lunes, una moción para «rechazar la mala copia de Madrid Central” que, según señalan en un comunicado, «quiere imponer» Abel Caballero con su modelo de Zonas de Bajas Emisiones.
El partido nacionalista «se opone» a la creación de cuatro zonas en las que se «restrinja el acceso en función del tipo de vehículo y la implantación de sistema de videovigilancia para aplicar multas».
De hecho, el portavoz municipal del BNG, Xabier P. Igrexas, advirtió este viernes de que la ciudad «arrastra un grave problema estructural de movilidad, fruto de un modelo que durante décadas priorizó el vehículo privado frente a alternativas más justas y sostenibles».
En este sentido, recordó que Vigo es “la ciudad de la península con más vehículos por habitante, con un tráfico colapsado, un espacio público creciente ocupado por los coches y un impacto directo en la salud de los vecinos, con contaminación del aire, ruido excesivo y una siniestralidad viaria inaceptable» consideró el nacionalista.
Alternativas frente a multas
En este contexto, Igrexas subrayó que las Zonas de Bajas Emisiones «no pueden convertirse en un simple trámite ni en una imposición aparentemente técnicas”. Por lo que criticó que el gobierno de Caballero optara por un modelo “limitado y fragmentado en pequeños perímetros”, sostenido en un control por cámaras, en la vigilancia masiva e, inevitablemente, en las sanciones económicas.
“Es un modelo caro, poco eficaz a nivel ambiental y profundamente injusto socialmente”, denunció, recordando que, a pesar de que se insiste en que no habrá multas, la propia documentación oficial reconoce la existencia de un régimen sancionador que entrará en vigor en 2026.
Para el portavoz del BNG, el problema de fondo es que se presentan las ZBE como «una medida ambiental» mientras “no se invierte ni un euro más en mejorar el transporte público, aumentar frecuencias, abaratar tarifas u ofrecer alternativas reales al uso del coche”. “Lo que se hace es castigar a quién no puede cambiar de vehículo, a la mayoría social mientras se favorece a quién puede comprar coches nuevos con etiqueta ambiental”, advirtió Igrexas. “El reto no es sustituir vehículos de combustión por eléctricos, sino reducir el uso del coche particular en la ciudad”, enfatizó.
Otro modelo de ZBE
Desde el BNG se defiende «un modelo alternativo» de ZBE, concebido como «parte de un proyecto integral para toda la ciudad» y no reducida a “cuatro islas”. «Un modelo que actúe sobre las causas y no solo sobre los síntomas, que reduzca el tráfico innecesario, calme la circulación, recupere espacio público para las personas y apueste decididamente por caminar, por el uso de la bicicleta, de vehículos de movilidad personal y, sobre todo, del transporte colectivo. Nuestro objetivo es una ZBE entendida como oportunidad y no como castigo; una herramienta para hacer Vigo más habitable, más saludable y más justa, ofreciendo alternativas al uso del coche en lugar de multas”, afirmó Igrexas.






















