El Bloque Nacionalista Galego (BNG) de Vigo ha alzado su voz contra lo que su portavoz municipal, Xabier P. Igrexas, califica como una “tortura fiscal” impuesta por el gobierno local de Abel Caballero. La formación nacionalista se opone frontalmente a la propuesta de incrementar un 4% los impuestos municipales para 2026, una subida que consideran injustificada dado el superávit económico del Concello, que cuenta con más de 100 millones de euros en remanentes. Esta polémica pone en el centro del debate la presión fiscal sobre los vigueses y las alternativas planteadas por el BNG para aliviar la carga de las familias en un contexto de creciente precariedad.
Una subida injusta en tiempos de crisis
El BNG ha presentado una contundente crítica a la intención del gobierno municipal de elevar las tasas por tercer año consecutivo, un incremento que Igrexas tilda de “insultante” para un ejecutivo que se define como progresista. “Es una estafa insoportable que se apliquen aumentos generales de las tasas cuando en los dos últimos ejercicios se dejaron 210 millones sin gastar”, afirmó el portavoz, destacando que este 4% supera en casi un 1% el aumento medio de los salarios, agravando la situación de las clases populares afectadas por la inflación.
En un contexto en el que la cesta de la compra y los pagos mensuales siguen pesando en los hogares vigueses, el BNG aboga por una fiscalidad socialmente justa que priorice a quienes menos recursos tienen. “Mientras para Abel Caballero, con un salario superior a 75.000 euros, o para sus concejales con más de 65.000, un 4% pueda parecer menor, para miles de familias donde cada euro cuenta y el día 15 es fin de mes, es una carga insostenible”, denunció Igrexas.
Emiendas para proteger a las familias viguesas
Frente a la propuesta del gobierno, el BNG ha anunciado una “ampla batería de emendas” destinadas a prolongar las bonificaciones y exenciones fiscales para 2026, adaptándolas a la realidad económica de los ciudadanos. La formación nacionalista subraya que Vigo alberga cerca de 60.000 personas en riesgo de exclusión social y pobreza, con hasta 23.000 hogares ingresando menos de 8.000 euros anuales, una situación que, a su juicio, hace inaceptable cualquier subida generalizada.
“Un Concello con la capacidad económica de Vigo no puede contribuir a aumentar el empobrecimiento de la mayoría social”, señaló Igrexas, proponiendo una redistribución impositiva que alivie la presión sobre los sectores más vulnerables. Estas emendas buscan contrarrestar lo que el BNG percibe como una política fiscal desconectada de las necesidades reales de la ciudadanía.
Críticas a PSOE y PP por su doble discurso
El BNG no solo apunta al gobierno local, sino que extiende su crítica a los “discursos demagógicos” de PSOE y PP, a quienes acusa de practicar una política fiscal incoherente. Mientras el PSOE, con Caballero a la cabeza, impulsa subidas, el PP aboga por rebajas generales que, según el Bloque, no atienden a las diferencias económicas entre los contribuyentes. “Queremos una fiscalidad que no castigue a quien menos puede, frente a las soluciones simplistas de unos y otros”, defendió Igrexas, abogando por un modelo que priorice la progresividad.
Esta postura refleja la estrategia del BNG de posicionarse como alternativa en Vigo, donde las tensiones entre el gobierno municipal y la oposición han ido en aumento en los últimos años, especialmente en cuestiones presupuestarias y de gestión de recursos.
Remanentes sin gastar y promesas incumplidas
Uno de los puntos más polémicos es el uso de los remantes de tesorería, que el BNG considera un argumento irrefutable para rechazar la subida. “Dejar 210 millones sin ejecutar en dos años mientras se incrementan los impuestos es una contradicción intolerable”, afirmó Igrexas, quien acusó al gobierno de Caballero de priorizar el discurso político sobre las necesidades ciudadanas. Esta inejecución presupuestaria, según el Bloque, evidencia una falta de planificación que penaliza a los contribuyentes con “más impuestos a cambio de menos servicios”.
El portavoz nacionalista también aludió al “calote” de recibos como los del agua y la basura, sugiriendo que las emendas del BNG incluirán medidas para revisar estas tasas y ofrecer alternativas viables. Esta crítica se suma a las recurrentes denuncias de la oposición sobre la opacidad en la gestión económica del Concello.
Un debate que define el futuro de Vigo
La propuesta del BNG llega en un momento clave, a pocas semanas de que se debata el proyecto de modificación de las ordenanzas fiscales para 2026 en el pleno municipal. Con Vigo enfrentando retos como la inflación, el aumento del coste de vida y las desigualdades sociales, la “tortura fiscal” denunciada por Igrexas pone en jaque la narrativa de un gobierno que presume de superávit, pero que, según el Bloque, no traduce esos recursos en beneficios tangibles para los vigueses.
Este enfrentamiento entre el gobierno local y la oposición promete avivar el debate político en la ciudad, dejando en manos de los ciudadanos la reflexión sobre qué modelo fiscal responde mejor a sus necesidades en un 2025 marcado por la incertidumbre económica.