Según Statista Consumer Insights, uno de los deportes más seguidos en España es el atletismo. Aunque no ocupa los primeros puestos —el fútbol, el tenis y el baloncesto lo preceden—, sí figura en el top diez. La RFEA (Real Federación Española de Atletismo) cuenta con casi 119.000 atletas registrados, entre los cuales destacan nombres como el de la sevillana María Isabel Pérez Rodríguez, quien ha conseguido una de las mejores marcas en categoría femenina este 2025.
Lógicamente, no todos los aficionados al atletismo pueden resaltar como Pablo Barriuso Sánchez (que está entre los más destacados este año en categoría masculina). Pero sí pueden cuidar la salud de su espalda y mejorar sus puntuaciones con las zapatillas running de hombre que i-Run vende desde 38,35 euros (modelo Asics Jolt 5).
A continuación, explicamos algunas claves que los atletas amateur deben tener en cuenta a la hora de comprar su par.
¿Zapatillas de running o de jogging?
En primer lugar, es importante diferenciar entre zapatillas de running y zapatillas de jogging. Utilizar ambos términos como si fueran sinónimos es incorrecto. Mientras que, en el jogging, se corre a un ritmo pausado y constante con el único propósito de mantenerse sano, el deportista que practica running pretende recorrer una distancia determinada en el menor tiempo posible. Dicho de otro modo, el runner necesita entrenar para trabajar su velocidad y superar así sus marcas de tiempo y distancia.
3 factores en los que hay que fijarse antes de comprar
Del mismo modo en que no conviene juzgar un libro por su portada, es importante fijarse en las características técnicas de la zapatilla y no, en su apariencia estética. En general, las zapatillas de running deben:
- Ajustarse al tipo de pisada del corredor. Hay tres clases: pronadora, neutra y pisada supinadora. Para ello, el deportista puede observar la suela de sus zapatos y comprobar si éstas tienden a desgastarse más por la zona central o por la parte interna/externa. En los pies pronadores, la fuerza de la pisada recae en el interior, mientras que los supinadores tienden a apoyar el lateral externo del pie. Por ejemplo: el modelo Nike Structure 26 (disponible en color naranja fluorescente) ha sido diseñado para atletas con pisada neutra o pronadora.
- Conviene tener presente el peso del deportista. Atendiendo a este criterio, i-Run clasifica sus zapatillas de running en cuatro categorías. Las zapatillas Puma Fast-R Nitro Elite 2 son aptas para corredores que no alcanzan los 65 kg; las Brooks Glycerin Max soportan 75 kg perfectamente; las Saucony Triumph 23, hasta 85 kg, y las Hoka One One Bondi 9, más de 85 kg.
- Otro aspecto que el deportista necesita valorar es el terreno donde entrena habitualmente. Las zapatillas que se utilizan para correr por el campo incluyen unos tacos en la suela, mejorando así el agarre cuando se practica running en zonas de tierra y roca. El modelo ASICS GT-2000 13 TR ha sido fabricado exclusivamente para senderos. Sin embargo, hay otros que permitirían correr por estas áreas más complicadas, pero también por el asfalto: las zapatillas de running para terrenos mixtos. Las On-Running Cloudmonster 2 son un ejemplo. Diferenciarlas de las zapatillas de running para asfalto es bien sencillo: la suela de estas últimas es lisa (sin tacos). Otro ejemplo que, además, resiste la abrasión (el desgaste por fricción) es Hoka One One Clifton 10, diseñada para distancias largas y maratones.

Practicar running con lumbago y hernias discales
La OMS señala que, en 2050, se espera que el número de personas con lumbago sobrepase los 840 millones en todo el mundo. Aunque no hay edad para sufrir la lumbalgia (los niños también la pueden padecer), es más frecuente entre los 50 y los 55 años. La escasa actividad física y el sedentarismo son dos de los motivos que la Organización Mundial de la Salud atribuye a su aparición. Realizar actividad física es una de las soluciones que la OMS propone para la lumbalgia.
Asimismo, hay quienes temen ver limitada su práctica habitual de running por tener hernias discales. Independientemente de cuál de estas afecciones perjudique al corredor, el atleta puede seguir corriendo. Ahora bien, según Sheila Eiris (fisioterapeuta colegiada con más de 15 años de experiencia en clínica), hace falta seguir una rutina de ejercicios que logren:
- descomprimir la columna vertebral;
- activar y fortalecer el core.
Para esto último, hay que trabajar abdomen, glúteos y lumbares a la vez (hacerlo por separado no sería igual de efectivo).
Marcos Sacristán, un fisioterapeuta con más de 4 millones de suscriptores en YouTube, explica que es posible correr con hernias discales siempre y cuando el atleta no sienta dolor en reposo. En caso de empezar a correr y notar dolor al cabo de cierto tiempo, no habría que sobrepasar este límite, sino que sólo se tendría que trabajar con este intervalo. El profesional recomienda iniciar la sesión con un calentamiento previo de 10 minutos, mantener un ritmo suave y reducir el entrenamiento a 3 días/semana.
La amortiguación en las zapatillas de running
Las zapatillas de running pueden aportar su granito de arena. Las Nike Vaporfly Next% 4 Proto PRM cuentan con una suela media más estable, fabricada con un tipo nuevo de espuma que absorbe mejor el impacto. Además, también incluyen refuerzo en el talón, aumentando la estabilidad al correr. Otras zapatillas que también buscan reducir el impacto al correr, y evitar así lesiones en las rodillas, son las Hoka One One Cielo X1, que tienen una suela media de dos capas de espuma PEBA, un material ligero con una buena amortiguación y una conveniente resistencia a la humedad.