La cocina viguesa ha dejado una huella en el IV Campeonato de Tapas y Pinchos de Galicia – Ribeira Sacra, celebrado ayer en el histórico Monasterio de San Pedro de Rocas, en Esgos (Ourense). Entre aromas y texturas que aúnan la tradición de la cocina gallega con nuevas propuestas de vanguardia, Javier Salgado, de La Tula en Bouzas, se alzó con el bronce gracias a su «Tartaleta de salmonete», mientras que Jesús Recouso, de Kozy Bistró, conquistó el Premio Don Bernardino al Mejor Maridaje con Vino Tinto D.O. Ribeira Sacra por su «Empanadilla celta».
En un certamen que reunió a una cuarentena de cocineros de las cuatro provincias, Vigo destacó con dos galardones, consolidando su lugar como polo de la innovación culinaria gallega. La cita, que enaltece la hostelería como motor cultural, refuerza el orgullo vigués en un otoño de sabores intensos.
Vigo en el podio: la «Tartaleta de salmonete» de Javier Salgado
Javier Salgado, chef de La Tula, un acogedor establecimiento en el corazón de Bouzas, ha llevado a Vigo al tercer puesto del campeonato con su «Tartaleta de salmonete», un bocado que fusiona la esencia del mar con la tierra gallega. Construida sobre una base crujiente de maíz local, la tapa combina una royale de hígados de salmonete y mantequilla, lomos marinados en agua de mar con un toque de soplete, un merengue de mandarina que aporta frescura cítrica y un crujiente de castaña que redondea la experiencia. “Estamos muy contentos; cada año competimos con la intención de superarnos”, nos confesaba Salgado. “El primer año no sabíamos qué esperar, pero hemos refinado nuestras propuestas hasta alcanzar este bronce”.
El galardón, entregado por José Antonio Blanco, alcalde de Esgos, incluyó un trofeo, un vale de 500 euros en productos de CienPorCel (embutidos artesanales de porco celta) otorgado por Martín Touceda, y un diploma de Gerali Rodríguez, directora de comunicación de la Academia de la Tapa y el Pintxo de España. “Nuestra tartaleta es un homenaje a la ría de Vigo, donde el salmonete brilla con texturas que sorprenden y equilibran”, añadió Salgado, celebrando un logro que pone a Bouzas en el mapa de la gastronomía gallega.
Kozy Bistró, el arte del maridaje con la «Empanadilla celta»
El segundo triunfo vigués llegó de la mano de Jesús Recouso, chef de Kozy Bistró, que se llevó el Premio Don Bernardino a la Mejor Tapa Maridaje con Vino Tinto D.O. Ribeira Sacra por su «Empanadilla celta». Esta creación, que reinterpreta la tradición gallega con un guiño a la viticultura heroica de la Ribeira Sacra, cautivó al jurado por su armonía con los tintos de la denominación de origen. Diego Rodríguez, de la quinta generación de Don Bernardino, entregó el galardón, destacando cómo la tapa eleva el diálogo entre cocina y vino. “Es un orgullo llevar el nombre de Vigo a este escenario, mostrando que nuestra cocina puede dialogar con los mejores vino gallegos”, afirmó Recouso, cuya propuesta refleja la versatilidad de la hostelería viguesa.

Ourense lidera, pero Vigo resuena
El IV Campeonato de Tapas y Pinchos de Galicia – Ribeira Sacra coronó a Samuel Moreno, del Restaurante O Campanario en Nogueira de Ramuín (Ourense), con el oro por «Lume na Terra», un bocado meloso de marrón glacé y costilla desmechada que recibió un trofeo de Rosendo Fernández, presidente del Inorde, un vale de 1.500 euros en productos de Grupo Hermi y un lote de Povarélo. La plata fue para «Morriña», de Alberto Fernández González y Judicael Romero de Pallabarro en Allariz (Ourense), premiada con un vale de 1.000 euros en productos Ibercookfood. Sin embargo, los dos reconocimientos vigueses –el bronce de La Tula y el maridaje de Kozy Bistró– confirman que Pontevedra no se queda atrás en esta fiesta culinaria que reúne a las cuatro provincias.
Organizado por la Academia de la Tapa y el Pintxo de España, con apoyo de la Diputación de Ourense, Inorde y marcas como Estrella Galicia, el certamen consolida su prestigio como escaparate de la hostelería gallega. Las más de 40 propuestas presentadas, evaluadas por un jurado de expertos, destacaron por su uso de productos locales y su creatividad, desde opciones sin gluten hasta maridajes que realzan el patrimonio enológico.
El doble premio de La Tula y Kozy Bistró en el Monasterio de San Pedro de Rocas no solo enaltece la cocina viguesa, sino que refuerza el papel de la ciudad como referente gastronómico. Estos galardones celebran la creatividad de sus cocineros, que transforman ingredientes de la ría y la tierra en experiencias únicas. Para los vigueses, el bronce de Javier Salgado y el maridaje de Jesús Recouso son un reconocimiento a una ciudad que cocina con pasión y mira al futuro con sabor.