El conocido chef del restaurante japonés Rokuseki de Vigo, Felipe Tomita, que ahora ha expandido sus ‘tentáculos’ creando el nuevo obrador Chaya, ha formado parte de una exclusiva ‘stage’ en Enigma, el restaurante del influyente cocinero Albert Adrià, de Barcelona.
El chef pastelero -que lidera la gastronomía local con sus particulares ‘trampantojos’ en forma de dulce- participó así en un evento único junto a los grandes de la gastronomía mundial. De hecho, compartió mesa en un evento exclusivo con figuras como Elena Arzak, Gastón Acurio o los hermanos Roca.
Así, en la línea de vivir la profesión con «pasión» y de la «evolución constante» de la cocina, que siempre defiende Rokuseki y el propio Felipe Tomita, esta nueva experiencia la vivió como «una oportunidad para crecer, inspirarse y seguir sorprendiendo», señalan en un comunicado.
Y la califica como «una de las etapas más emocionantes» de su carrera. Y no es para menos ya que, durante cinco intensos días, Felipe realizó una ‘stage’ o, lo que es lo mismo, una formación práctica en una cocina profesional en la que se aprende de primera mano los métodos de trabajo, las técnicas culinarias y la dinámica de un restaurante de alta cocina siendo, en este caso, en el de Albert Adrià, un espacio «donde la creatividad, la técnica y la innovación conviven al más alto nivel», considera.
Evento privado para prensa especializada
Pero lo hizo, además, como parte del equipo de cocina donde, durante esos días, tuvo la oportunidad de «integrarse en los procesos de uno de los proyectos gastronómicos más influyentes del mundo».
Así, en el transcurso de su estancia, el chef de Ourense pero afincado en Vigo participó junto al equipo de Enigma en un evento privado para prensa especializada, celebrado en el exclusivo Hotel Esperit Roca.
Se trató de un encuentro «excepcional» en el que cada chef elaboró un plato para presentar a los asistentes, reuniendo así a algunas de las figuras más destacadas de la alta cocina internacional, como Elena Arzak, Paolo Casagrande, Gastón Acurio, Hideki Matsuhisa, Joan Roca, Josep Roca y Jordi Roca, entre otros.
Felipe participó en la propuesta del equipo de Albert Adrià, en un servicio que combinó excelencia técnica, creatividad y emoción. Una experiencia única que refuerza el compromiso de Rokuseki y Chaya con la innovación, el detalle y el respeto absoluto por el arte culinario.
«Nuevas formas de emocionar»
Desde Rokuseki y Chaya celebran el paso dado por Felipe -alma de ambos restaurantes junto a su pareja Natsumi Tomita-, mostrándose completamente convencidos de que todo lo aprendido e inspirado «se traducirá, como siempre, en nuevas formas de emocionar a través de la cocina».
De hecho, no es la primera vez que esta pareja lleva sus creaciones culinarias más allá del día a día de su exclusivo restaurante japonés.
Es más, sus espectaculares postres y ‘trampantojos’ que ofrecen en Rokuseki ya forman parte, como avanzó VIGOÉ, de una dulce alianza a la que han llegado con la empresa de Eventos y Catering del chef Michelin, Pepe Solla, para ofrecer sus creaciones culinarias más dulces en sus bodas y eventos.