Agentes de la Policía Local de Vigo intervinieron en la tarde del pasado sábado, 1 de noviembre, en un episodio de violencia en el ámbito familiar. Los hechos, que tuvieron lugar alrededor de las 20:15 horas en una vivienda del municipio, se desencadenaron tras un aviso recibido a través del 112, alertando de que una mujer mantenía retenida a su madre en el domicilio, profiriendo graves amenazas y en un evidente estado de alteración.
La alarma fue comunicada a los servicios de emergencia por otra hija de la víctima, quien había recibido un mensaje de WhatsApp de su madre solicitando ayuda de forma urgente. Este mensaje de auxilio activó de inmediato el protocolo policial ante un escenario de inminente peligro.
Despliegue policial y actitud agresiva
A la llegada de los agentes al lugar, la situación de riesgo se confirmó. Los funcionarios policiales observaron a la presunta autora de los hechos, una mujer adulta, en un notorio estado de alteración, esgrimiendo un cuchillo y profiriendo amenazas tanto hacia su madre como hacia los propios policías.
A pesar de los intentos iniciales de diálogo y mediación por parte de los agentes para rebajar la tensión y asegurar la situación, la mujer adoptó una actitud cada vez más agresiva, llegando a amenazar con atacar a los funcionarios.
Ante la escalada de la situación y la inminente amenaza que ponía en peligro la seguridad de las personas presentes, los agentes procedieron a intervenir. La acción policial concluyó con la inmovilización y posterior detención de la mujer, poniendo fin a la retención y la agresión.
La madre, visiblemente afectada por la situación, fue atendida por los servicios médicos en el lugar de los hechos. En sus primeras declaraciones, la víctima reconoció que no había denunciado a su hija hasta ese momento por miedo a que esta se quedara en la calle. Sin embargo, señaló que la situación de violencia y amenazas se había vuelto insostenible en los últimos tiempos.
La detenida fue trasladada a dependencias policiales, donde se instruyeron diligencias por un presunto delito de Atentado contra Agentes de la Autoridad y Violencia en el Ámbito Familiar. El caso subraya, una vez más, la compleja realidad de la violencia intrafamiliar y la dificultad que enfrentan las víctimas, a menudo paralizadas por el vínculo afectivo o el temor a las consecuencias de denunciar.






















