61 años surcando las Rías Baixas

La 61ª edición de la Regata Rías Baixas, una de las competiciones náuticas más prestigiosas de Galicia, se prepara para zarpar. Este año, A Pobra del Caramiñal volverá a ser un punto neurálgico de la regata, acogiendo la llegada de la segunda etapa y el inicio de la tercera. Con una flota que aspira a superar las sesenta embarcaciones, este evento deportivo se consolida como un referente del turismo náutico en la región.

A Pobra, un puerto de referencia

La elección de A Pobra como uno de los puertos clave de la regata no es casualidad. Su ubicación estratégica en la ría de Arousa, su belleza paisajística y la cálida acogida de sus habitantes la convierten en un destino ideal para los regatistas. Además, la localidad cuenta con una amplia experiencia en la organización de eventos náuticos, lo que garantiza el éxito de esta nueva edición.

La concejala de Turismo de A Pobra, Estefanía Ramos, ha destacado la importancia de este evento para el municipio: «Apostamos por enaltecer nuestro mar y nuestra cultura marinera. Esta regata es un ejemplo más del apoyo de la Concellería de Turismo a todo lo que tiene que ver con nuestro mar». Por su parte, el presidente del Real Club Náutico de Vigo, José Antonio Portela, ha subrayado el alto nivel de la competición y la importancia de A Pobra para el éxito de la regata.

Una regata con historia

La Regata Rías Baixas, organizada por el Real Club Náutico de Vigo desde 1964, ha recorrido un largo camino. En esta edición, la competición recupera el formato de cinco etapas, tal y como se celebraba tradicionalmente hasta 2012. Los participantes disfrutarán de un recorrido que les llevará a navegar por las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa, con la siempre espectacular vuelta a las Islas Cíes como broche final.

La regata no solo es una competición deportiva, sino también un motor económico para la región. Cientos de regatistas, un mínimo de unos 600 fundamentalmente gallegos, pero también de Portugal y del Cantábrico, y acompañantes se darán cita en las diferentes localidades por las que pasa la prueba, generando un importante impacto en el sector turístico y hostelero. Además, la regata contribuye a promocionar la belleza de las Rías Baixas a nivel nacional e internacional.