Los celtistas que no entienden la pasión por su equipo sin acompañarlo ven el calendario de Liga de una manera diferente. No se fijan únicamente en el primer y último partido. O en los enfrentamientos grandes. Su objetivo son los viajes que sirve en bandeja el sorteo. El de la temporada 2019-20 deja algunos muy propicios, como los desplazamientos que se pueden gestar en el puente de diciembre o en Semana Santa.
En las situaciones más delicadas, el núcleo duro del celtismo siempre responde. Animando pese a la derrota, viajando con el equipo aunque la situación clasificatoria sea mala o recibiendo a los jugadores por mucho que se haya caído a puestos de descenso. En esos momentos es en los que más hace falta apoyar, y por eso las peñas han organizado una quedada antes de medirse al Sevilla para alentar a los suyos.
El celtista que sigue al equipo más allá de Balaídos ve varios calendarios de Liga. El que pasa por Balaídos, por los derbis o el que cruza destinos con exmiembros del conjunto vigués. Pero sobre todo hay uno que analiza al detalle: el de los desplazamientos para viajar con el Celta por la geografía y los estadios de España.
Balaídos vivió este domingo una tarde un tanto triste, pero muy emotiva. Se iba un ídolo, el entrenador que ha roto el techo europeo del Celta y que ha hecho soñar a la afición y a la plantilla. Y tuvo la despedida que se merecía.
Balaídos acogía este domingo un partido triste: el último de Eduardo Berizzo como entrenador del Celta. El técnico anunció el sábado que no había llegado a un acuerdo con el club para renovar su contrato y se esperaba el juicio de la afición en este encuentro ante la Real Sociedad. Pues bien, la mayoría de la afición está con el argentino.