Zurita, cuarto en la primera jornada, llegaba al segundo día con sus opciones intactas de anotarse la general. Sin embargo, tuvo que sobreponerse a una complicada situación en los 145 kilómetros, con salida y llegada en Almagro. Antes de la ascensión a la principal dificultad motañosa de la etapa, el Alto de Hortezuelas en el km 89, el corredor catalán sufrió una avería mecánica que le obligó a recuperar un minuto de desventaja.
Las rampas de esta subida de 2ª categoría las afrontó en solitario Galarreta, que se había movido por delante a la altura del kilómetro 50. El cántabro coronó en solitario Horcazuelas con dos minutos de ventaja sobre un grupo de veinte unidades con el que consiguió contactar Zurita.
Una vez asegurado el maillot de la montaña, Galarreta levantó el pie y fue neutralizado por el grupo perseguidor, al que se unió otra treintena de corredores con una amplia representación del Club Ciclista Rías Baixas. De ahí hasta la meta de Almagro, la formación dirigida por Iván Rodríguez se encargó de controlar la carrera para llegar al esprint.
El triunfo parcial se decidió en un esprint masivo. Zurita obtuvo la segunda plaza por detrás del italiano Giuliano Kamberaj (Polartec Kometa). El líder Ángel Fuertes (Baqué) también entró en el pelotón, pero el puestómetro otorgó a Zurita la primera posición en la general. De este modo, el Club Ciclista Rías Baixas firmó una victoria muy especial, por tratarse de la primera del curso y por lograrla en la comunidad autónoma de uno de sus patrocinadores, la cafetera toledana Qualery.
«Estoy muy contento, aunque siendo honesto, me ha faltado entrar en meta levantando los brazos», indicó el Zurita. El gerundense da mucho valor a este éxito por llegar «después de un año lleno de adversidades. Esta victoria es la mejor forma de devolverle al equipo toda la confianza que ha depositado en mí».
