Hoy, el barrio de Ribadavia, en el corazón de Vigo, ha dado un paso histórico hacia su revitalización con la inauguración de ‘Arte nas Fiestras‘, una iniciativa pionera que transformará 31 ventanas tapiadas en lienzos de arte urbano. Encabezado por la vecindad y apoyado por el Concello de Vigo, el proyecto contó con la presencia del alcalde Abel Caballero y la teniente de alcalde Carmela Silva, quienes acompañaron a los artistas y vecinos en el arranque de esta acción transformadora. Desde Vigoé, celebramos cómo este barrio, antaño marcado por el abandono, recupera su esencia a través del arte.
Un barrio que despierta con arte
28 ventanas tapiadas de casas propiedad de los vecinos se han convertido en el escenario de un proyecto colectivo que busca borrar la imagen de deterioro y devolver la vitalidad a esta zona céntrica. “Actuamos sobre 28 ventanas tapiadas para recuperar la vida del barrio”, explicó la portavoz vecinal y una de las impulsoras de la iniciativa.
El acto inaugural, presidido por Abel Caballero, destacó la colaboración entre el Concello y la comunidad, mientras los primeros trazos comenzaban a dar vida a las ventanas.
Escenas de vida en cada ventana
‘Arte nas Fiestras’ no solo embellece; narra historias. Las ventanas del antiguo bar, cerrado durante años, ahora muestrará mesas con cafés humeantes, donde Rosalía de Castro y Castelao comparten charlas junto a vecinos trabajando con portátiles, reflejando la fusión entre tradición y modernidad. La antigua tienda recupera su esencia con balanzas, frutas y panes pintados con detalle. Las casas, antes silenciosas, exhiben murales de mujeres, hombres y niños asomados, con matriarcas tras las cortinas, evocando la vida cotidiana que antaño llenaba el barrio.
Uno de los murales más destacados del proyecto rinde homenaje a Quino Salvo, legendario jugador y entrenador de baloncesto nacido en Ribadavia, donde también pasó sus últimos años. El ilustrador Roberto Argüelles, reconocido por su trabajo en cómic gallego, será el encargado de esta pieza, que captura la pasión deportiva de Salvo. “Queríamos que cada ventana contará una historia, y Quino es parte de la nuestra”, señaló la portavoz de la iniciativa.
Un proyecto colectivo con sello artístico
La dirección artística de ‘Arte nas Fiestras’ recayó en un equipo de talento local: Cristina Pino y Gustavo Suasnabar (de CG Reciclado Artístico y Troula Animación), junto a David Lorenzo y Carolina Martínez, artistas del barrio. Su visión transformadora ha transformado las ventanas en lienzos de arte urbano, con la participación activa de los vecinos, quienes diseñarán y pintarán junto a los creadores. “Desde el primer momento, los propietarios pusieron sus ventanas a disposición; esto es un esfuerzo colectivo”, han destacado desde el equipo del proyecto. “El arte no solo cambia el barrio, sino que une a la comunidad que lo forma”.
Un rincón con historia en Vigo
El Barrio de Ribadavia, que conecta el Couto de San Honorato con la Rúa Pizarro, llegando hasta la Praza de Isabel La Católica, es una joya del Vigo histórico. Sus calles, antaño vibrantes, sufrieron el abandono de viviendas y comercios, dejando tras de sí ventanas tapiadas que ahora se convierten en arte. Los visitantes podrán recorrer este museo al aire libre desde la Rúa de Ribadavia, fácilmente accesible en transporte público, o a pie desde el centro en apenas 15 minutos.
Los murales, visibles desde las aceras, invitan a pasear y descubrir cada detalle, desde los cafés del bar hasta el homenaje a Quino Salvo.
Un modelo para la transformación urbana
‘Arte nas Fiestras’ es más que una intervención estética; es un símbolo de cómo el arte puede revitalizar comunidades. “Estamos convencidos de que esta iniciativa transformará Ribadavia, no solo en su aspecto, sino en la forma en que los vecinos vivimos el barrio”, afirmó una portavoz del proyecto. La participación vecinal ha generado espacios de encuentro que refuerzan el sentido de pertenencia.
‘Arte nas Fiestras’ convierte al Barrio de Ribadavia en un nuevo atractivo turístico y cultural de Vigo. Los murales, que seguirán creciendo en los próximos meses, son un testimonio del poder del arte para sanar y unir. “Queremos que quienes visiten Ribadavia sientan la vida que aún respira aquí”, una de las portavoces del proyecto.