Al inspeccionar la carga, los agentes comprobaron que amontonaba una importante cantidad de sacos de almeja, tipo japónica, que carecía de identificación, tanto del producto como de los envases. Además, el vehículo carecía también del correspondiente certificado de conformidad para el transporte de productos alimenticios o mercancías perecederas y por lo tanto no podía transportar en condiciones de salubridad mercancías destinadas al consumo humano.
Así, a la furgoneta se le efectuó un pesaje en báscula oficial que arrojó un peso total de 7.620 kilos cuando estaba autorizada a transportar 3.500 kilos, lo cual derivó en una denuncia por parte de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Al mismo tiempo, con el apoyo de la Patrulla Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil de Vigo, se procedió al decomiso de la mercancía, que fue entregada al Servicio de Guardacostas de la Consellería do Mar, que serán los encargados de incoar el correspondiente expediente para determinar la trazabilidad de la almeja.
A tenor de los albaranes, de dudosa autenticidad, que presentó el conductor, también de nacionalidad portuguesa, se sospecha que las almejas procedían de las provincias de Cádiz y Huelva y tenían Pontevedra como destino.






















