La Guardia Civil investiga a un vecino de Tomiño, de 39 años, que, presuntamente, quiso enterrar vivos a una docena de perros recién nacidos en una parcela situada donde tiene su empresa en la misma localidad.
Los hechos, según ha informado este martes el instituto armado, tuvieron lugar el miércoles pasado, cuando el Seprona de Tui recibió un aviso en el que se le informaba de un posible caso de maltrato animal. El alertante dijo que el propietario los iba a enterrar vivos.
A las cinco de la tarde, el Seprona, en compañía de un del servicio de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente, y de una patrulla de la Policía Local, se personó en la parcela y se entrevistó sus propietarios y con el dueño de los perros, a quien explicaron el motivo de su presencia en el lugar.
Los agentes, con el premiso de los propietarios, accedieron a la parcela para proceder a su inspección, y allí encontraron cuatro perros adultos
y dos cachorros recién nacidos.
El propietario reconoció ser el dueño de los perros, y dijo que en la noche del 1 al 2 de abril nacieron doce cachorros, de los que encontró cuatro muertos al día siguiente, de modo que los enterró en una de las naves, como comprobaron los agentes desenterrando los cadáveres, a los que se practicará una necropsia para conocer las causas de la muerte.
De los seis restantes, dijo no saber dónde están. Los agentes comprobaron que el acceso a la parcela, cerrada con bloques y valla metálica, no es posible para terceros y que la única de forma de acceder es a través del portal de la entrada.
Por todo lo anterior han procedido a la investigación de este vecino de Tomiño como posible autor de un delito de maltrato animal.