La Ría de Vigo brilla también en otoño y en especial cuando la ciudad duerme. A la orilla del mar vigués las luces ofrecen una luminosidad única a las ojos de todos aquella que se asomen.
Barcos, pescadores con caña, gente en las terrazas… Vigo ya no es la ciudad de los años 80, tampoco de los 90, pero sigue teniendo vida. El reportero gráfico Alberto Vázquez recorrió la noche de este viernes las principales playas viguesas. Hoy nos ofrece esta paleta de colores.
Tras cuatro días de lluvia y fuertes vientos del sur, la ría volvió a calmarse. Atrás queda la primera borrasca del otoño. No queda mucho para que de nuevo vuelva a llover y los embalses reciban el agua que tanto precisamos.












Desde Bouzas a Canido, pasando por Samil y O Vao, las maravillosas aguas de la ría de Vigo brillaron más que nunca.






















