La Fundación Casa Caridad de Vigo abre este fin de semana, 29 y 30 de noviembre, las puertas de su emblemática sede para celebrar su IV Mercadillo Solidario. Este evento, ya consolidado en el calendario benéfico de la ciudad, tiene como finalidad recaudar fondos íntegramente destinados al «Comedor de la Esperanza», una de las referencias más antiguas y constantes en la ayuda social de la urbe gallega.
El marco elegido para la cita es una joya arquitectónica: el claustro barroco del siglo XVII de la Fundación, situado en O Berbés (San Francisco, nº.69). Los asistentes tendrán una oportunidad única no solo de colaborar con la causa, sino de visitar este espacio histórico, que tiene su origen en un antiguo monasterio y que pasó a manos de Casa Caridad tras la desamortización de 1887.

Un catálogo de compras con propósito
El mercadillo solidario ofrecerá un amplio y heterogéneo catálogo de productos. Los visitantes podrán encontrar desde ropa, artesanía, juguetes, arte y decoración, hasta muebles, vajillas y cristalería. Cada compra revertirá directamente en el sostenimiento del «Comedor de la Esperanza», conocido popularmente como el ‘Comedor del Berbés’ por su emplazamiento.
El mercadillo estará abierto ambos días con el siguiente horario: de 11:30 a 14:00 horas por la mañana y de 17:00 a 20:30 horas por la tarde.








El ‘Comedor de la Esperanza’: más de 130 personas al día
El destino de los fondos recaudados es el «Comedor de la Esperanza», un recurso de emergencia social con un largo recorrido en la ciudad, pues fue fundado en 1895. Este comedor atiende a una media de 130 personas durante todo el año, ofreciendo diariamente un menú completo, sano y equilibrado, que es supervisado por nutricionistas. Además de la comida, el centro proporciona otros servicios esenciales como duchas, peluquería y atención social.
La dirección de la Fundación Casa Caridad Vigo-Hogar San José subraya el capital humano que sostiene esta labor: «La labor del comedor tiene unos protagonistas fundamentales, además del mejor equipo de profesionales que lo respaldan; y es el grupo de 35 voluntarios que, cada día repartidos en grupos de 8, ayudan a dar el mejor de los servicios».
Asimismo, agradecen la continua ayuda de los donantes, desde empresas del sector de la alimentación hasta donaciones particulares, y animan a la población viguesa a «acercarse al mercadillo para conocer el trabajo de la Fundación y, de paso, conocer una joya arquitectónica muy desconocida en la ciudad».





















