Miles de personas, la mayoría de ellas mujeres, se echaron este martes a la calle a partir de las ocho de la tarde para exigir el fin de la violencia machista con motivo del Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En el cruce de Urzaiz y Vía Norte, puntuales, comparecieron los manifestantes a su hora para participar en una reivindicación unitaria convocada tanto por la Rede de Mulleres contra os Malos Tratos como por la plataforma Resposta Feminista.
‘Juntas somos más fuertes’, decía la pancarta que encabezaba la manifestación, una forma de reivindicar unidad ante una causa común que encontró el apoyo de miles de personas, muchas de ellas vestidas de violeta, y casi todas dispuestas a correar consignas, que las hubo de todo pelaje y condición.
‘Chaman painais a mortes criminaris’, ‘Fora machistas das institucións’, ‘Se é machista, no é xustiza’, ‘Menos discursos, más recursos’, ‘Se tocan a unha, respostamos todas’, o ‘Antes de amarnos, aprende a respectarnos’, ‘Non é un caso aillado, é o patriarcado’, son sólo algunas de ellas.
Cuando la manifestación llegó al cruce de Colón con Policarpo Sanz, se leyó el manifiesto de Rede, con su presidenta Charo Otero a la cabeza, quien lamentó que las agresiones sexuales continúan al alza en lugar de descender, por lo que se hace necesaria, más que nunca, la unión de todas las mujeres para acabar con esta lacra social.
La asociación Resposta Feminista, como ya habñia anuncialdo, se centró en las mujeres que dispensan cuidados, víctimas también de la violencia machista, como sucedió este mismo verano con el caso de Teresa, trabajadora del SAF en O Porriño, un sector «feminizado» y «precarizado».
«Las administraciones no son capaces de brindar las garantías precisas para que estas violencias no se ejerzan o no queden impunes; es másd, no garantizan siquiera unas condiciones laborales dignas para las trabajadoras», criticaron antes de denunciar «la externalización y privatización del sector de los cuidados por la Xunta de Galicia en connivencia con los gobiernos municipales de todos los colores, responsables, en muchas ocasiones, del sufrimiento de las trabajadoras».
Batucada, colorido y compañerismo fueron las notas comunes en una nueva jornada reivindicativa del feminismo en Vigo, que continúa movilizándose en cada fecha señalada para tratar de poner fin a un problema social de primer orden que nadie parece saber cómo atajar.






















