La ría de Vigo se ha convertido en un enclave de lujo y aventura con la llegada esta mañana del superyate Cupani, un buque de exploración que atraca en Marina Dávila para una estancia de, previsiblemente, unas dos semanas. Procedente de aguas atlánticas, este yate de 64 metros de eslora se une al ya atracado Anawa, creando un dúo singular que eleva la marina olívica a un escenario de innovación y exclusividad naval. El Cupani, construido en 2006 por el astillero danés Royal Denship, representa la esencia de los yates expedicionarios: robustez heredada de generaciones de navegantes, con un historial de travesías globales que lo distinguen como un verdadero embajador de los mares remotos.
Un pionero de la exploración moderna
El Cupani, conocido anteriormente como Turmoil y Albula, surgió en el astillero Royal Denship de Dinamarca en 2006, bajo el diseño de Ole Steen Knudsen A/S, un visionario de la ingeniería naval que priorizó la funcionalidad sobre la mera estética. Con 64 metros de eslora y una manga de 12 metros, este superyate de expedición se diseñó desde el principio para conquistar horizontes lejanos: su casco reforzado y proa elevada permiten una estabilidad excepcional en aguas turbulentas, mientras que su capacidad de almacenamiento para combustible y provisiones garantiza autonomía en rutas de larga distancia. En una época donde los yates comenzaban a soñar con aventuras más allá de las costas mediterráneas, el Cupani (con su estructura de acero y superestructura de aluminio) se erigió como un precursor, capaz de navegar desde fiordos árticos hasta atolones polinesios sin perder un ápice de comodidad.
Su trayectoria inicial bajo el nombre de Turmoil lo llevó a completar circunnavegaciones ambiciosas, demostrando una fiabilidad que lo convirtió en un referente para propietarios apasionados por el descubrimiento. Vendido en junio de 2025 tras varios cambios de manos, el Cupani mantiene su estatus de icono: un yate que ha surcado miles de millas, adaptándose a dueños que valoran la exploración como forma de vida, con un diseño que integra cubiertas abiertas ideales para observatorios naturales y garajes para tenders que facilitan desembarcos en playas vírgenes.
Robustez y versatilidad en el mar
Lo que consigue posicionar al Cupani por encima de la flota convencional es su esencia utilitaria elevada a arte: un explorer yacht que prioriza la resistencia sin sacrificar la elegancia. Sus ventanas numerosas y estratégicas ofrecen panorámicas inmersivas del horizonte, mientras que las cubiertas amplias, diseñadas para maniobras prácticas, permiten un uso intuitivo de equipos de buceo o zodiacs para incursiones costeras. A diferencia de los yates puramente recreativos, el Cupani incorpora un enfoque en la autosuficiencia (con tanques de agua y generadores eficientes) que lo hace ideal para estancias prolongadas en regiones remotas, desde las Galápagos hasta las Shetland. Su eslora generosa acomoda suites luminosas y salones que fusionan lo funcional con lo refinado, creando un equilibrio donde la aventura se vive con la gracia de un salón flotante.
Esta versatilidad ha permitido al Cupani una vida nómada: de las aguas caribeñas a los mares del Sur, su historial de viajes lo ha convertido en un testimonio vivo de la evolución de los superyates, donde la durabilidad danesa se alía con la comodidad global.
Cupani y Anawa, exploradores del horizonte
El atraque del Cupani en Marina Dávila coincide con la presencia del Anawa, otro superyate de exploración que comparte con él la pasión por los mares indómitos, pero cada uno con su sello distintivo. Mientras el Cupani encarna la robustez clásica de un pionero (un buque que prioriza la funcionalidad abierta y la resistencia probada en décadas de travesías globales, con cubiertas espaciosas que invitan a la vida al aire libre), el Anawa representa la vanguardia contemporánea: un diseño más integrado, con un helipuerto que abre cielos infinitos y un enfoque en la logística refinada que fusiona lujo y movilidad aérea. Juntos, estos dos gigantes (el Cupani con su herencia de 2006 y el Anawa de 2020) ilustran la evolución de los explorer yachts: el primero, un navegante incansable con énfasis en la autonomía y el contacto directo con el océano; el segundo, un innovador que eleva la exploración con toques de sofisticación aérea y verticalidad.
Esta simbiosis en el puerto vigués no es casual: Marina Dávila, con su ubicación estratégica y servicios de élite, atrae a embarcaciones que buscan un refugio sereno en la ría, donde la historia naval de Vigo se entrelaza con el futuro de la navegación de placer. En octubre, cuando la ría se tiñe de tonos dorados y la ciudad bulle, el Cupani añade un capítulo de elegancia discreta, invitando a soñar con horizontes lejanos desde sus muelles. Su estancia de dos semanas promete ser un imán para curiosos y profesionales, recordando que Vigo no es solo un paso, sino un destino donde el mar susurra promesas de descubrimiento. El Cupani, con su legado de olas y vientos, encarna esa invitación: navegar no es solo avanzar, sino conquistar con gracia el vasto azul.