El Museo Provincial de Pontevedra, tesoro multidisciplinar que custodia la memoria de Galicia en siete sedes históricas, ha abierto sus puertas a un relevo en su dirección que promete inyectar frescura a su legado centenario. La Deputación de Pontevedra publicó este martes en el Boletín Oficial de la Provincia la convocatoria para cubrir el puesto de director o directora, un cargo que exige no solo experiencia en museología, sino una visión estratégica capaz de guiar el futuro de una institución que en 2022 atrajo a casi 175.000 visitantes, consolidándose como el referente cultural de la provincia. Con un plazo de presentación de solicitudes de quince días hábiles a partir de hoy, la búsqueda se antoja un pulso entre perfiles de alto nivel, en un momento en que el museo se expande con la integración del convento de Santa Clara como séptima sede.
Este proceso, que dependerá del vicepresidente provincial de Cultura, Rafa Domínguez, no es mero trámite administrativo: es una oportunidad para redefinir el rumbo de un espacio que, desde su fundación en 1927, ha tejido la historia gallega con hilos de arqueología, pintura y etnografía.
Requisitos exigentes para un rol de vanguardia cultural
Para aspirar al cargo, los candidatos deben ser funcionarios de carrera del grupo A1, un filtro que garantiza solidez profesional en un ámbito donde la gestión cultural demanda precisión y visión. El corazón de la candidatura radica en un proyecto de dirección de hasta 20 páginas, donde se delineen las líneas de actuación para el museo: desde la ordenación de salas y la propuesta de exposiciones hasta la catalogación y conservación de fondos. No bastan las credenciales académicas; se valorará la formación especializada en museología, la experiencia en instituciones culturales con patrimonios heterogéneos y la capacidad para supervisar campañas de excavación, restauración y planes de difusión.
El director seleccionado asumirá una responsabilidad multifacética: dar cuenta a los órganos provinciales, informar sobre adquisiciones de bienes, autorizar retiros temporales de piezas o realizar inventarios exhaustivos, todo ello bajo la tutela de la legislación vigente. En un museo que abarca desde restos medievales en Santo Domingo hasta los pazos barrocos de la plaza de A Leña, el nuevo timonel deberá equilibrar tradición y modernidad, como ya hizo su predecesor, José Manuel Rey García, quien desde 2019 impulsó exposiciones que fusionan lo local con lo universal.
Un comité técnico para seleccionar el mejor perfil
La selección recaerá en un órgano técnico imparcial: el secretario de la Deputación, el jefe de Servicio de Cultura y la responsable de Recursos Humanos y Formación evaluarán las propuestas, ponderando conocimientos académicos, expertise técnica y trayectoria en entornos culturales complejos. Este proceso, que se extenderá en fases de valoración y resolución, busca no solo cubrir un puesto, sino alinear al museo con los retos del siglo XXI: sostenibilidad, digitalización y accesibilidad en un contexto donde eventos como el IV Encontro de Museología ICOM-España en octubre subrayan su liderazgo nacional.
La Deputación, consciente del peso simbólico del cargo, enfatiza en la convocatoria la necesidad de un liderazgo que potencie la heterogeneidad de las colecciones –pintura, escultura, grabados, mobiliario y fondos etnográficos– y que impulse actividades que conecten con la ciudadanía. En un Pontevedra que se erige como epicentro cultural, con bienales globales y exposiciones que atraen miles, el nuevo director llegará en un momento pivotal.
El legado de un museo que trasciende fronteras
Fundado el 30 de diciembre de 1927 por iniciativa de la Diputación, con el apoyo de la Sociedad Arqueológica de Pontevedra, el museo abrió sus puertas en 1929 en el pazo de Castro Monteagudo, un enclave que aún conserva su esencia fundacional. A lo largo de casi un siglo, ha crecido hasta abarcar siete edificios (seis históricos y uno moderno, el Edificio Castelao), uniendo pasarelas de cristal y siglos de historia. Su labor investigadora y de promoción lo ha convertido en uno de los más visitados de Galicia, con colecciones que narran desde la Prehistoria hasta el contemporáneo, pasando por la factoría de salazones romana o los pazos del siglo XVIII como García Flórez, incorporado en 1943.
En un panorama donde la cultura gallega se proyecta al mundo, esta convocatoria no es solo un relevo: es una apuesta por la innovación que mantenga vivo el espíritu de instituciones como esta, que en 2023 incorporó el convento de Santa Clara tras su cesión municipal. Mientras los candidatos afilan sus proyectos, Pontevedra espera con expectación a quien lidere su joya patrimonial hacia horizontes más amplios. En quince días, las solicitudes definirán el próximo capítulo de un museo que, como Galicia, sabe mirar al pasado para abrazar el futuro.