Este domingo, a las 17:00 horas, la ría de Vigo será el escenario de un espectáculo náutico histórico: la salida de la tercera etapa de la 56ª edición de La Solitaire du Figaro Paprec. Los 34 regatistas en solitario zarparán desde el muelle de Trasatlánticos para cubrir un recorrido interno que los llevará hasta Punta Lagoa, regresando al mismo punto antes de enfilar hacia la boca norte de la ría, entre Cabo Home y las islas Cíes, rumbo a Saint-Vaast-la-Hougue. Este desfile de velas blancas, con el puente de Rande como centinela y el Atlántico como horizonte, promete ser una estampa inolvidable. Para quienes deseen presenciar esta hazaña, Vigo y su entorno ofrecen enclaves privilegiados que combinan vistas panorámicas, accesibilidad y la magia de una ciudad que respira mar.
Monte do Castro: el corazón verde de Vigo
Ubicado en el centro de la ciudad, el Monte do Castro es un mirador natural que ofrece una perspectiva elevada de la ría y el muelle de Trasatlánticos, donde comienza la regata. Este parque, que alberga los restos de un castro celta y la fortaleza del siglo XVII, permite observar el recorrido inicial de los Figaro 3 mientras se deslizan hacia Punta Lagoa.
Su accesibilidad a pie desde el casco urbano, con senderos bien acondicionados y zonas de descanso, lo convierte en un punto ideal para familias y visitantes que quieran combinar historia y espectáculo náutico. Además, la sombra de su arboleda y la brisa marina crean un ambiente perfecto para una mañana de domingo.
Recomendado por su cercanía, su atmósfera tranquila y la posibilidad de captar la salida con el relieve de Vigo como telón de fondo, el Monte do Castro es un lugar donde la ciudad y el mar se funden en armonía.
Paseo de Alfonso XII: al pie de la acción
El paseo de Alfonso XII, a pocos metros del muelle de Trasatlánticos, es la opción predilecta para quienes buscan estar en el epicentro del evento. Este tramo peatonal, recientemente acondicionado tras años vallado y paralelo al puerto, ofrece una vista directa de los barcos mientras sueltan amarras y despliegan velas al inicio de la etapa.
La proximidad al village de Portocultura, con sus actividades gastronómicas y culturales, añade un aliciente: los espectadores pueden alternar la observación de la regata con talleres, foodtrucks y la energía festiva del evento.
Recomendamos este enclave por su inmediatez y su capacidad para transmitir la emoción del momento exacto en que los solitarios parten hacia su desafío atlántico. Además, su accesibilidad lo hace recomendable para todas las edades.
Monte da Guía: la serenidad de Teis
En el barrio vigués de Teis, el Monte da Guía emerge como un mirador igualmente fascinante. Desde su ermita y sus senderos boscosos, se divisa la ría en toda su amplitud, con el puente de Rande y las Cíes como referencias icónicas.
Este enclave permite seguir el recorrido interno de la regata y captar el momento en que los barcos enfilan hacia la boca norte. Su ambiente tranquilo, lejos de las aglomeraciones del centro, y su fácil acceso desde Vigo lo hacen ideal para quienes prefieren una experiencia reposada.
Recomendamos el Monte da Guía por su equilibrio entre cercanía y calma, ofreciendo una vista privilegiada que combina la actividad portuaria con la majestuosidad natural de la ría, perfecta para reflexionar sobre la hazaña de los navegantes.

Islas Cíes: la puerta del Atlántico
Las islas Cíes, joya del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, son el lugar soñado para quienes busquen una experiencia inmersiva en la naturaleza.
Situadas en la boca norte de la ría, ofrecen una vista privilegiada de la flota al abandonar Vigo y enfilar el Atlántico, pasando entre las Cíes y Cabo Home. Desde el mirador del Alto do Príncipe, en la isla de Monteagudo, se puede contemplar el desfile de velas con el océano como infinito telón. Los ferrys desde Vigo y Cangas facilitan el acceso, aunque requieren planificación previa por el cupo limitado del parque. Este enclave es ideal para los amantes de la fotografía y quienes deseen combinar la regata con una escapada a un paraíso natural.
Recomendado por su perspectiva única, que captura la transición de la ría al mar abierto, y por su valor simbólico como guardián de la costa gallega, las Cíes convierten la salida en una experiencia sublime.
Cabo Home: la atalaya de Cangas
En la península del Morrazo, Cabo Home ofrece una de las vistas más espectaculares de la ría y su boca norte. Desde este promontorio, coronado por el faro y abrazado por acantilados, los espectadores podrán seguir el paso de la flota al abandonar el recorrido interno y dirigirse hacia el Atlántico.
La combinación de los veleros, las Cíes al frente y el horizonte infinito crea una postal inolvidable. Accesible en coche o a pie por senderos costeros desde Donón, este enclave es perfecto para quienes buscan un entorno salvaje y una perspectiva más amplia de la regata.
Lo recomendamos por su capacidad para transmitir la magnitud del desafío oceánico y por su conexión con la tradición marinera de la comarca, que añade un matiz emotivo al espectáculo.

Vigo, escenario perfecto
Estos cinco enclaves, entre otros muchos, destacan por su capacidad para capturar la esencia de La Solitaire du Fígaro, una prueba de resistencia, estrategia y comunión con el mar. Desde el bullicio del paseo de Alfonso XII hasta la serenidad de las Cíes o Cabo Home, cada lugar ofrece una perspectiva única del evento, adaptada a diferentes públicos.
Vigo, con su ría como anfiteatro natural y su legado marítimo, no solo acoge a los regatistas, sino que invita a la ciudadanía a ser parte de una narrativa que trasciende lo deportivo. Como subraya Luisa Sánchez, vicepresidenta de la Deputación de Pontevedra, “Vigo respira mar, y esta salida será una celebración de nuestra identidad”. Este domingo, desde estos miradores, la ciudad se convertirá en el faro que despida a los solitarios hacia su próxima aventura atlántica.