En España, la transformación digital está cambiando la forma en que las personas con más experiencia viven y se relacionan. Cada vez más usuarias y usuarios acceden a Internet, redes sociales y servicios digitales, superando viejos estereotipos. Este artículo explora sus hábitos en 2025, los beneficios que obtienen, los desafíos que aún enfrentan y las iniciativas que fomentan su inclusión y bienestar en la era digital.
Un salto digital sin precedentes entre los mayores
Según el V Barómetro del Consumidor Sénior de Fundación MAPFRE y Ageingnomics, en 2025 el 75 % de los mayores de 55 años en España utiliza Internet, lo que representa un aumento de casi 20 puntos porcentuales respecto a hace cinco años.
El crecimiento va acompañado de usos concretos: el 83 % se conecta más de cinco veces por semana, mientras que entre los mayores de 70, la adopción digital ha crecido de forma espectacular, duplicando el uso diario de internet en apenas un año,
Este cambio también se refleja en sus expectativas: los usuarios sénior valoran cada vez más la inmediatez en los servicios digitales. Desde pedir una cita médica hasta retirar dinero de plataformas online, buscan procesos ágiles, claros y sin complicaciones. En sectores como el juego digital, por ejemplo, muchos priorizan opciones que permiten retiros en menos de 24 horas, adaptándose así a una demanda creciente de autonomía y rapidez en sus gestiones cotidianas.
El salto digital no solo responde a una cuestión de acceso, sino también al creciente protagonismo económico y social de los sénior en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el grupo de mayores de 55 años representa ya cerca del 33 % de la población española, y su poder adquisitivo medio supera al de los jóvenes en muchas regiones.
Este peso demográfico se traduce en una mayor presencia digital impulsada por la necesidad: desde gestionar pensiones y citas médicas hasta mantenerse al día con la actualidad o relacionarse con familiares.
Como explica Iñaki Ortega, director de Deusto Business School y coautor del barómetro, “el sénior conectado ya no es una excepción: es una realidad consolidada con capacidad de transformación económica”.
Las personas mayores no sólo están conectadas, sino que usan activamente plataformas digitales. El barómetro señala que el 53 % de los mayores de 70 años han compartido contenido en redes sociales durante 2024, y un 75 % han hecho operaciones bancarias por internet.
De igual modo, entre los usuarios sénior digitalizados, las aplicaciones más comunes son YouTube (97 %), Facebook (89 %) y compras en Amazon (57,4 %). Además, un 59 % consulta su banco online al menos una vez por semana, y un 38 % participa o publica en redes sociales semanalmente.
Los beneficios para el bienestar cognitivo y emocional
No se trata solo de diversión o gestión, el uso de la tecnología tiene efectos tangibles en la salud de los mayores. Un metaanálisis publicado en Nature Human Behaviour, con más de 400.000 adultos mayores, concluye que el uso frecuente de internet, correo electrónico y smartphones se asocia con menores tasas de deterioro cognitivo.
De acuerdo con el neuropsicólogo Jared F. Benge, “los adultos mayores que utilizan tecnologías cotidianas mostraban menos problemas cognitivos” incluso tras ajustar por factores como ingresos o educación.
Además, plataformas como Coti, diseñadas específicamente para personas mayores, contribuyen a prevenir el aislamiento emocional y detectar deterioros cognitivos tempranos.
A pesar del avance, existen desafíos importantes. Según el INE y ONTSI, aunque el 80 % de las personas entre 65 y 74 años usa internet, menos de la mitad posee competencias digitales básicas. Entre los mayores de 75 años la penetración cae drásticamente: solo el 50,2 % ha usado internet alguna vez, y para los de 65 a 74 el porcentaje alcanza el 86,5 %.
Quienes jamás se conectan son en un 83 % personas mayores, muchas con escasa formación digital, miedo a las estafas o viviendo en zonas rurales con malas conexiones.Factores como género, formación, ingresos o limitaciones físicas también influyen en la persistencia de la brecha digital.
Es importante resaltar que en España existen múltiples iniciativas enfocadas en capacitar a las personas mayores. “Reconectados” de Fundación Telefónica, junto a programas de Fundación Cibervoluntarios, Cruz Roja o 65 y más, ofrecen talleres gratuitos (36 h) tanto presenciales como online, cubriendo temas desde WhatsApp hasta banca digital y trámites con la administración.
La asociación SeniorTic, por su parte, promueve jornadas como las celebradas en CaixaForum Sevilla para reflexionar sobre el envejecimiento digital y la importancia de la alfabetización tecnológica en mayores.
Además, proyectos de gerontotecnología desarrollados en colaboración con la Unión Europea (Programa AAL) o startups como Seniority AI, crean soluciones accesibles (asistentes de voz, IA personalizada, IoT) diseñadas específicamente para mejorar la calidad de vida de los mayores.