La Fundación VIDE ha admitido que este lunes hubo quejas de «algunos padres» por el traslado del campus de verano del complejo de Samil a la playa, pero que tan solo uno de ellos exigió la devolución del dinero pagado. «Todos los demás se quedaron», aseguran desde la fundación, donde se insiste, como ya se hizo a través de un correo electrónico enviado a los inscritos, que se mantiene intacta la calidad del campus. «No se ha dejado de hacer ni un solo deporte. Los de pabellón, en Balaídos, y los que son al aire libre, en Samil», añaden las mismas fuentes.
La fundación responde así a las quejas manifestadas por «algunos» –insisten– progenitores de los 150 niños inscritos en el Campus de Samil. Los padres y madres vieron como este lunes, a las 9:00 horas, las puertas del complejo deportivo de Samil en el que tenía previsto celebrarse permanecían cerradas. En el exterior, dos carteles informando simplemente que las instalaciones permanecerán cerradas durante todo el mes de julio en horario de tarde por motivos logísticos, pero ningún aviso sobre el campamento que iba a celebrarse de lunes a viernes, ni ninguna referencia a los motivos.
Este contratiempo obligó a los organizadores del campamento deportivo a trasladar a los niños a la playa, donde también han estado este martes, repartidos en distintos grupos en la zona del arenal de Samil más próxima a la desembocadura del Lagares, compartiendo juegos y actividades con los bañistas que tomaban el solo o los que paseaban por la playa.
Vigoé se hizo eco este lunes de la indignación de algunos padres tras lo ocurrido, un imprevisto que se añade a otros cambios realizados en las últimas semanas por los mismos motivos.
Entre ellos el traslado de los dos campamentos anteriores organizados por la Fundación VIDE, que tampoco pudieron celebrarse en As Travesas –también con sus instalaciones cerradas por motivos logísticos– y que se desplazaron al estadio de Balaídos. Así, los padres y madres de los 450 participantes en estos tres campamentos de verano deportivos han visto como cambiaban los planes en el último momento.
No fueron los únicos. De hecho, ocurrió exactamente lo mismo con los inscritos en otros tres campamentos municipales: el de As Travesas –también reubicado en Balaídos–, Coia –que se movió a Bouzas por el mal estado de la cubierta del CEIP Emilio Ferreiro– y, por último, Samil, trasladado a la casa parroquial de San Paio de Navia ante la imposibilidad de hacerlo en su ubicación original.
El estado de abandono y el deterioro de las instalaciones deportivas de Samil han sido duramente criticados tanto por usuarios como por los grupos de la oposición y de alguna manera admitido por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que recientemente anunciaba el cambio de cubierta de las gradas del campo de fútbol y apuntaba a que «seguiremos recuperando toda la zona deportiva de Samil, una zona tan importante que volverá a ser usada con todas las garantías de seguridad”.
Pese a ello, desde la Fundación VIDE se insiste en que el traslado «no tiene nada que ver con el estado de las instalaciones», pero tampoco se da una explicación al respecto porque, recalcan, son motivos ajenos a la organización. Y esto se ha comunicado tanto a los padres por correo electrónico como a quienes entran en la página web de la Fundación. Es decir, se justifica la reubicación de los inscritos en Samil –y antes los de As Travesas– por motivos que competen únicamente al Concello de Vigo. «Son cuestiones logísticas del Concello que no afectan al programa de deportes del campus ni a su desarrollo», subrayan.