El famoso apagón general del pasado lunes, día 28 de abril de 2025, tuvo anécdotas curiosas y la ciudad de Vigo tampoco se libró de ellas. Esta fotografía fue tomada en la Avenida das Camelias sobre las nueve de la noche y las únicas luces que se observan son las de los vehículos y los reflejos en algunas ventanas. Durante la tarde, delante de los bazares chinos se formaron colas para hacer acopio de linternas, pilas y velas, y la demanda llegó a tal extremo que incluso se agotaron los cirios y las velas utilizadas en los cementerios. Asimismo, también se agotaron los aparatos de radio, porque era el único canal informativo activo. Con esta situación tan compleja, en la ciudad de Vigo y alrededores no hubo hechos delictivos dignos de resaltar y la población dio una lección de civismo y solidaridad.
Ahora, con el apagón, todo el mundo se ha tomado más en serio lo del equipo de emergencia y han aumentado las ventas de linternas, pilas y demás artilugios, y los supermercados no paran de reponer porque también observan cómo se vacían los estantes de las conservas, el agua embotellada y los alimentos no perecederos. Todo el mundo se ha tomado en muy serio el asunto e incluso en internet triunfan los hornillos de gas y los aparatos de radio multifunción, esos que se recargan con un pequeño panel solar, con la propia corriente eléctrica o con manivela, y además van provistos de linterna y de alarma. Por lo menos habrá que estar preparados para unos días, luego, si la cosa se prolonga, quizá termine con el sálvese quien pueda. Por lo pronto, los bazares chinos siguen teniendo remedio para casi todo.