Los hechos tuvieron lugar este miércoles por la tarde, en torno a las 18.15 horas, en el cruce de la calle México con Urzaiz, el mismo punto en el que este martes se produjo un incidente con otro ciudadano. Allí se encontraba un agente regulando el tráfico que vio cómo a pocos metros este individuo sufría un desvanecimiento.
Al auxiliarlo, se dirigió con un compañero a su encuentro y ambos comprobaron que ya no tenía espasmos pero igualmente solicitaron la presencia de una ambulancia. A la llegada de los servicios sanitarios, la médica manifestó reconocer al sujeto porque habían tenido varias actuaciones con él y siempre mostraba una conducta agresiva.
En ese momento, el hombre recobró la consciencia pero se hallaba “aturdido y desorientado”, por lo que fue invitado por los servicios sanitarios a subir a la ambulancia para ser valorado. Con todo, empezó a despreciar los ofrecimientos realizados, hasta el punto de empujar a los sanitarios cuando trataban de ayudarle a incorporarse.
Ante esta conducta, los policías intentaron calmarlo pero el ahora detenido comenzó a correr por la calle Urzaiz en sentido ascendente por el centro de la calzada en dirección contraria al de la circulación y entre los vehículos. Al mismo tiempo, insultaba y amenazaba a los agentes. Asimismo, según informa el cuerpo municipal, posteriormente pasó a la acera y empezó a golpear los escaparates y las puertas de los comercios mientras corría.
Llegado un momento, recogió una piedra del suelo y la tiró a la unidad que le seguía en el vehículo patrulla, rompiendo la luna del parabrisas delantero. En ese instante se inició una persecución a pie en el transcurso de la cual el individuo mostró nuevamente “una absoluta indiferencia hacia la seguridad vial”. Además, utilizó vallas metálicas para bloquear y frenar la carrera de los policías tirándolas a la calzada.
Tras avanzar por la calle Pizarro en dirección a la plaza de España lograron interceptarlo a la altura de la calle Venezuela, donde procedieron a su detención. Durante el arresto, ofreció una gran resistencia mientras “profería amenazas graves e insultos”.