La búsqueda del joven, de 21 años, había movilizado a las fuerzas de seguridad dado que necesita tomar medicación debido a un trastorno bipolar. Finalmente, ha sido hallado en un albergue de la capital gallega, donde durmió esta pasada noche.
Así, la desaparición de Cristian Vilavedra, que nunca se había ausentado tanto tiempo de su domicilio tal y como informaba la familia, ha terminado con un final feliz después de que se le hubiese visto por última vez en una parada de autobuses de Marín, donde reside con su madre.