Además, en caso de ser sustituida, el repuesto tendría que llegar en un avión de soporte procedente de Bérgamo o Londres. La demora de tres horas que supondría esta espera –a partir de ese tiempo las aerolíneas deben indemnizar a sus usuarios- ha provocado que la compañía irlandesa optara por bajar a los viajeros del aparato y subirlos a otro distinto.
Así, los pasajeros han tenido que volver a la terminal de El Prat y esperar a que estuviera disponible esa nueva aeronave para embarcar por segunda vez.
El vuelo, que iba prácticamente lleno, ha partido finalmente pasadas las 18.00 horas, casi con dos horas de retraso, para llegar a Peinador en torno a las 19.45 horas.