Los conductores denuncian el peligro que puede suponer su instalación, pero lejos de ser una elevación para disuadir de la velocidad al volante todo indica que se trata de una protección temporal motivada por las obras en el puente, que desde hace unos días están trabajando en la zona de juntas de la infraestructura y en las rejas de recogida de aguas.
No obstante, eso no ha evitado las quejas de los usuarios, que tienen que frenar sin esperárselo al entrar en el puente y notan el salto de su vehículo en un tramo donde se puede circular a 80 kilómetros por hora.
Además, este hecho reafirma el enfado de los conductores por tener que pagar el incremento del precio de la autopista sin que hayan finalizado las obras de ampliación de puente.
Este diario ha consultado a Audasa por la instalación de ese resalte pero desde la concesionaria aseguran desconocer a qué se debe su colocación y remiten cualquier consulta al Ministerio de Fomento, que no ha ofrecido información oficial al respecto.