Una vez que llegaron al lugar, los efectivos desplazados observaron a un varón que sujetaba a una joven por un brazo y ésta, al percatarse de la presencia policial, intentó huir del lugar sin éxito, ya que fue alcanzada por uno de los agentes.
La sospechosa reconoció de forma espontánea que había intentado atracar a dos mujeres porque necesitaba dinero, pero que no había utilizado ninguna arma blanca, sino que simplemente le había puesto a una de ellas la parte metálica de un mechero en el cuello, tratando de engañarla diciéndole que era un cuchillo, el cual mostró a los policías.
El hombre que había intervenido relató que momentos antes había visto a la joven discutiendo con otra mujer, a la vez que le agarraba el bolso, pero acabó soltándola al amenazar la víctima con llamar a la policía.
Tras pasar unos 20 minutos, vio a la misma chica cerca del lugar anterior forcejeando con una mujer de avanzada edad, tratando de arrebatarle el bolso y al ver que ésta ofrecía resistencia, le propinó hasta tres bofetadas, motivo por el que se vio obligado a intervenir, reteniéndola hasta la llegada de la policía.
Los agentes, tras hablar con las víctimas, corroboraron la versión de los hechos del testigo, por lo que procedieron a la detención de dicha muchacha.
Poco después se comprobó que otra mujer había sido víctima por la misma asaltante, siendo abordada por la espalda y amenaza verbalmente con un cuchillo, a pesar de lo cual consiguió zafarse.