El año empieza con mala mar en la costa gallega y con la misma historia en los puertos. La dársena de los 1.000 millones de euros, Punta Langosteira, vacía durante las primeras horas de este 2018 y con únicamente dos remolcadores, el «Sertosa Treintaidos» y el «Ibaizabal Siete», amarrados en sus muelles.
Por el contrario, la Ría de Vigo, con su fondeadero natural de las Illas Cíes está abarrotado, con un total de once mercantes de diferentes esloras a refugio de las malas condiciones de mar.
Y es que la Agencia Española de Meteorología activó a primera hora de este lunes el aviso naranja en las Rías Baixas, ampliando el que ya había decretado para el resto de la costa gallega.
Según Aemet, entre este lunes y la madrugada del martes habrá mar combinada del Oeste o Noroeste de 5 a 6 metros, llegando a 8 metros en Bares, mientras que al norte de Fisterra podrá llegar a los 7 metros, además de vientos del suroeste de fueraza 7/8. Esta alerta, que ya afectaba al litoral de A Coruña y Lugo, se amplió durante la mañana del día 1 al litoral de Pontevedra, con previsión de final del día 2.