Según la entidad que preside Carlos Mouriño, al no haber sitio en Tribuna Alta la primera opción con asientos disponibles era Tribuna Baja, cuyas localidades se han agotado por la mañana. Así pues, los aficionados con carnet afectados por las obras han empezado a recibir billetes para Gol.
El agravio comparativo entre las diferentes bancadas es manifiesto y ello ha provocado malestar entre muchos abonados, que se sienten perjudicados al ser derivados a una zona del estadio por peor visibilidad. Este hecho se suma a la nueva subida de precios de esta temporada, que en situaciones como esta no tiene una contrapartida en forma de compensación.
Además, los aficionados, a pesar de tener su carnet de temporada o anual, han tenido que soportar nuevas colas para retirar un billete a modo de invitación para entrar al estadio el miércoles. Aunque el Celta se había propuesto eliminar las esperas y potenciar las plataformas online, no ha podido evitar este trastorno ni durante la campaña de abonados ni en el primer partido del verano en Balaídos.
Uno de los colectivos afectados por la recolocación es la Peña Lío en Río. Su presidente, Cé Rodríguez, ha dejado claro que no quieren “poner el grieto en el cielo porque otros socios como los de Tribuna Baja han sufrido lo mismo”, pero ha lamentado la “improvisación” llevada a cabo por el Celta a la hora de realojar a los abonados.
Otra cuestión que podría generar inconvenientes, para Rodríguez, sería que también se agotaran las entradas para Gol y que seguidores que pagan su carnet no puedan asistir al partido.
Todos estos problemas se pueden repetir el próximo domingo en el amistoso contra la Roma, un encuentro que genera mucha más expectación al tratarse de un grande de Europa. El club tenía previsto seguir el mismo procedimiento al tampoco estar disponible la grada de Río, pero puede que estos acontecimientos hagan repensar la estrategia al club que preside Carlos Mouriño.