Según se indicaba allí se había producido una discusión familiar. Cuando la patrulla policial se acercaba al lugar donde sus servicios eran requeridos, en la misma vía pública llamó su atención una mujer de 56 años, quien visiblemente nerviosa manifestó que le habían pegado.
La mujer reside en domicilio con otros familiares, entre ellos su hija, que se encontraba durmiendo y había advertido a su madre de que no la molestase. Sin embargo, ésta se disponía a marchase hacia su trabajo y mientras preparaba sus cosas despertó a su hija al hacer ruido con sus propios enseres.
Esto provocó que, supuestamente, sin mediar palabra y muy alterada, la hija le abordara tirándole del pelo, golpeándola, zarandeándola y arañándola, para seguidamente arrastrarla con intención de echarla fuera de casa.
A tenor de lo expuesto por la madre, la situación se viene repitiendo desde hace varios años, aunque nunca había sido denunciada.
El suceso derivó en la detención de la hija, a la que se le acusa de un presunto delito de violencia en el ámbito familiar.