Con el objeto de fomentar la conciliación familiar y laboral, los horarios se han personalizado y adaptado a la disponibilidad de los visitantes, para lo que se les forma en conocimientos básicos sobre cómo moverse en la unidad. Siempre que se considere beneficioso para el bienestar físico y psicológico del paciente ingresado en UCI, se facilitará la permanencia de los familiares a su lado en la unidad. Además, si la situación clínica lo permite y los familiares lo desean, podrán colaborar con el personal de enfermería en la administración de cuidados y en la alimentación.
Además de en los horarios y en la presencia de familiares, los cambios van mucho más allá. Por ejemplo, se ha implantado ya la disponibilidad para los pacientes de UCI, de forma totalmente gratuita, de una tablet con conexión wifi para que puedan navegar por Internet, acceder a sus correos electrónicos o estar en contacto con familiares o amigos a través de herramientas como Skype. Además, para aquellos pacientes con dificultades de comunicación, se está ultimando estos días la implantación de tablets específicas con pictogramas que ayudan a médicos, enfermeras y familiares a identificar sus necesidades.
Nuevos protocolos para mejorar el descanso
El Plan de Humanización ha modificado también sustancialmente todos los elementos lumínicos y sonoros que provocan estrés ambiental. A partir de ahora, entre las 00:00 h. y las 06:30 h. se disminuye la intensidad lumínica y se establece un nuevo protocolo para dar respuesta inmediata a las alarmas de los monitores, además de reducir el volumen de los terminales telefónicos. También, y dentro del proyecto SUEÑON (suenon.recursosencuidados.es), liderado por el Instituto de Salud Carlos III, y cuyo objetivo es poner en marcha protocolos para que los pacientes puedan descansar lo máximo posible mientras están ingresados, se han redistribuido las revisiones médicas, horarios de higiene, administración de medicamentos o cambios posturales para aumentar el número de horas en que el paciente puede descansar sin ser molestado. Además, se dota a todos los pacientes que lo deseen de antifaces para dormir y tapones auditivos, y se ha puesto en marcha un hilo musical ambiental, con una selección de obras que contribuyen a mejorar el relax del paciente.
Por otro lado, en el Plan de Humanización de Povisa reviste gran importancia la protección de la intimidad y los derechos de imagen de los pacientes. Para ello, en toda la UCI se ha prohibido el uso –tanto a los profesionales como a los pacientes y familiares- de móviles o tablets de uso privado, y el personal adscrito a esta unidad ha sido formado para detectar el incumplimiento de esta norma.
En cuanto a los protocolos de información a los familiares, a partir de ahora será siempre el médico responsable del paciente quien informe a los familiares, y cuando esto no sea posible por razones organizativas, se identificará a un médico que mantendrá a los familiares permanentemente informados sobre la evolución de los pacientes. Además, y dentro del Plan de Formación Continuada del Hospital, se impartirán una serie de cursos anuales al personal de UCI sobre aspectos como la manera más adecuada de dar malas noticias, gestión de segundas opiniones médicas o ética asistencial.
Más de 90 acciones de mejora
La Comisión de Humanización y Dignidad del Paciente y Familia de Povisa se constituyó formalmente en noviembre del año pasado. Presidida por el consejero delegado del hospital, José Bernardo Silveira, la integran responsables de distintos servicios del hospital –UCI, Urgencias, Cirugía, Medicina Interna, Servicios Generales o Enfermería, entre otros- y representantes de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y otras demencias de Galicia –AFAGA-, la Asociación de Diagnosticados de Cáncer de Mama –ADICAM- y la Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa- ACCU-.
Los cambios en UCI forman parte de una primera fase, que contempla más de 90 acciones de mejora, además de en esta unidad, también en Urgencias, hospitalización y en accesibilidad, que se irán implantando progresivamente. En su diseño y ejecución tienen un protagonismo fundamental los pacientes y sus familias, cuyas recomendaciones se debaten en la Comisión antes de decidir su implantación.
